SIN RIMA


Quisiera poder decidir dejar de verte,
 tal vez así tendría menos cosas que olvidar 
y más cosas que recordar. 

Puede que de pronto,
 anárquicamente,
 mis ilusiones contigo desaparezcan
 antes de aparecer. 

Pues no hay nada,
nada,
nada, más amargo que no sentir
tan dulce tu mirada. 

Te espío y te maldigo, 
maldigo más a la vida
por no darme la oportunidad de ser 
tan tuyo y tú tan mio. 

Quiero
qué quizás un día cualquiera, 
te encuentre prendido en mi ropa, 
pero deseo,
más que eso, 
que desaparezcas, pronto
muy pronto, 
de mi vida. 
Aunque tenga que olvidarte, 
aunque tenga que tenga que dejar de amarte, 
dejar las ilusiones y los terrenos valdios, 
será, éste, siempre el mejor de los caminos. 


AHORA


Ahora, que te miro con más detalle, no puedo evitar caer, momentáneamente, en una pregunta que me aturde y derrumba ¿Qué haremos el uno sin el otro? Naturalmente para ti todo será más sencillo, pues nunca me amaste ni te perdiste como yo en ti, nunca te preocupaste lo suficiente por leer todo lo que te mandaba y no quisiste, con justa razón, enamorarte de este ser del cual es imposible enamorarse. Para ti será mucho más fácil, a pesar de que tengas que sortear con un vació inexplicable en tu vida, con un sin sabor sediento en cada centímetro de tu boca, en cada hora de tu fatigada rutina; naturalmente habrán menos ojos adorando tu belleza, la sensación de eterna persecución desaparecerá. El ser, que no se define como un espía, un soñador o un amante encubierto, desaparecerá de tu vida y sentirás una libertad que creías olvidada. Ojalá me extrañes, ojalá desees sentirte observado una vez más, ojalá no se te olvide que este hombre siempre te amo. 

Para mi será mucho más difícil, pues tendré que pasar por ese tártaro para deshacerme por fin de tu recuerdo, sumarme a la horrible tarea de conseguir alguien que remplace el hueco que nunca hiciste, y que, sin embargo, dejaste y dejar morir, lentamente, de a pocos este sentimiento que ya sentía con flor. 

No lo niego, aparecerá otro, otro a quien pueda dedicare mis miradas, otro por el que jamás tenga que sufrir, otro que me ame, otro que ame. Tu nombre será una tinta imborrable, pero se irá, se perderá en la mancha de mi memoria nocturna, desaparecerás de mis sueños y cuando eso ocurra, estoy seguro, de que volverás, como siempre lo has hecho, para estropearme la poca felicidad, para maldecir cada uno de los recuerdos que no te pertenecen, para entrar de nuevo en los sueños, para disfrazarte otra vez de almohada que se acomoda en mi cama sin aliento. Ahora, que te miro con más detalle, solo una duda logra escapar de mis pensamientos cuando no son tuyos ¿Qué haré si nunca logro olvidarte?

ÉL


Por qué la cara, Cuál cara, Esa que tiene, toda larga, como de preocupación, De qué habla, normal, A mí no me mienta, no ve que yo le conozco cada curva de sus sonrisa y me es posible identificar cuando las finge, Por eso me extraña que me busque quiebres donde no los tengo, no finjo esta sonrisa, así es.

Me gusta esconderme detrás de la mesa, sumergirme en mi amargo trago mientras lo veo en la pista de baile, tiene ese don para bailar, siempre le gusto bailar, mueve las piernas tan rápido como nadie que jamás haya visto, ni los mejores bailadores de salsa podrían competirle a sus audaces piernas que revelan sus antepasados negros que lo niegan en su fisionomía, así como él los niega en su dialecto cotidiano. Tiene ese miedo a ser negro, miedo tonto. Él es blanco, con esos ojos azules llenos de verde y relámpagos amarillos, esa altura, esa blancura casi traslucida, la barba inminentemente española y bien cuidada, y,  esos labios rojos y finos, lo único que lo hace negro es ese bailado que tiene que no deja de volverme loco. Quizás es más negro cuando baila porque saca el culo buscando que la gente le mire la carne apretada contra el jean o el pantalón de colores. Tiene, también, ese miedo a que le digan homosexual, miedo tonto. Él es un hombre total, solo una vez le preguntaron que si era gay y fue porque ya se lo había contado a cientos de amigos, no frecuenta bares, prefiere las discotecas donde van las tías buenas y las que saben moverse, porque no le gusta quedarse sentado. Por eso siempre me gusta esconderme detrás de la mesa, sumergirme en mi amargo trago mientras, como si fuera la primera vez, me enamoró de él.
Le gusta llevar esa ropa ajustada, siempre la misma, pues no tiene más, pero nadie se da cuenta de eso, todos se distraen en cómo le sobresalen los músculos y como casi pueden imaginarlo desnudo que el color o la textura de la ropa no importa mucho. Tampoco importa cuando suda en la pista, porque se pierde ese sudor entre el apasionamiento del cuerpo de la mujer que tiene de turno. Siempre es una distinta, no repite rasgos. Después de bailar 3 canciones con la misma mujer, se aburre, promete llevarlas a nuestra casa, hacerlas suyas…Es gracioso ver como a todas se les iluminan los ojos, más de una vez he presenciado la mirada de una arpía que piensa por segundos que sería bueno quedar “Mágicamente” embarazada. Y llega ese momento donde, él, se aburre, entonces les suelta el discurso de que son las mejores bailarinas del mundo pero que él prefiere a los hombres en la cama. Nunca ha podido ser sutil con ese tema, siempre va a directo al grano, no lo piensa y sencillamente lo usa de excusa para acabar de bailar con esa mujer.
Todas lo recordarán por ser el chico de la discoteca 30, el de la barba, el de los enormes pectorales y los inolvidables abdominales, con sus brazos que sostienen el peso de cualquiera en el aire y sus veloces piernas. Yo lo recordaré… Quizás no haya suficientes motivos para recordarlo, salvo la idea estúpida de que me pertenece. Siempre hacemos lo mismo, después de clases los viernes terminamos en la discoteca, yo en una mesa viéndolo y el bailando. A mí nunca me sacan a bailar, pero es por el protocolo de esas discotecas de heterosexuales. En los bares cambiamos de puesto, él se sienta y me ve bailar con cuanto hombre aparece.  
Al principio éramos yo y él, y no puedo decir que todo haya sido perfecto hasta ese entonces, pero era algo que se parecía mucho a la perfección. No sé en qué noche empezó a cambiar todo, o si fue durante el día o en el paso de un trozo de almuerzo por nuestras gargantas sedientas. Un día llego a la discoteca un grupo musical, salseros, él bailó, al final del baile, después d ehaber despachado a la mujer de turno, el saxofonista, el vocalista y el percusionista, se le acercaron en momentos distintos a entregarles pequeños trozos de papel con los números de ellos y su respectivo nombre en caligrafía tan perfecta y legible que hasta a él le sorprendió que 3 musicos distintos tuvieran letras legible. No discutimos nada esa noche, nunca hablamos después de las fiestas, ni mucho menos después del sexo, nos parece una costumbre tonta, románticona, como de película y lo que menos queríamos, tanto él como yo, era que nuestro amor cayerá en la ridiculez y el sinsentido de los amores de película. Pero después, entre algunas copas, o , entre el cereal atragantado al ritmo del ejercicio (en el gimnasio que quedaba a media cuadra de la casa), se le escapo el comentario, me dijo que planeaba llamar a alguno de los músicos. No respondí, no suelo hacerlo, siento que ambos tenemos la libertad de hacer con nuestras vidas lo que se nos de la gana.  Primero fue el vocalista, tiempo después me enteré que la fortaleza de sus cuerdas bucales no le había permitido hacerle un oral – a él le encanta eso- pues estaba preocupado con que le naciera un cáncer de garganta o algo parecido. Así que lo desecho casi de inmediato. Luego llamo al saxofonista, quien le dio una buena mamada, pero que al final descubrió que no sabia hacer nada más que solo mamarla, el saxofonista tenía miedo a explorar otros orificios de su cuerpo. Él, que siempre se ha considerado dominante, lo desecho, pues quería dominarlo completamente. Por último llamo al percusionista, quien no necesito de muchos preamblos para tenerlo con pocos toques desnudo en la cama, al contrario del saxofonista, el percusionista se dejo poseer por su mágia carnal, con el tiempo él le enseñaría como hacer un buen oral. Nunca han terminado, de vez en cuando se ven y tienen sexo en moteles en las montañas de la ciudad, donde el percusionista tiene cerca su apartamento con esposa e hijos.
Mientras el jugueteaba en su banda de músicos y generaba, posteriormente, la separación definitiva de la banda, yo me veía con mis viejos amigos de infancia, siempre decían lo mismo “Te ves mucho mejor”, como si pudieran engañar a alguien, hasta yo se que me veo peor, el médico me dijo que me queda muy poco tiempo de vida, yo no he sentido el primer síntoma, salvo las canas y las mil y un arrugas que ya empiezan a brotar como acné en la adolescencia. Sé que estoy más flaco, que cada día es un paso certero a la muerte. No, no tengo SIDA. Que manía la de la sociedad de creer que porque soy gay tengo SIDA, pues no. Es más dejaré el tema de la enfermedad en incógnita.

Sé que no vendrá a visitarme, tendrá trabajos y exporadicamente visitará al percusionista, moverá su trasero a algúna discoteca y seré lo último que se le pasará por la cabeza. 

RITUAL

Y sentiras como las cobijas ya no te regalan la calidez de antes y como las sabanas se vuelven un maremoto de lagrimas revueltas con pensamientos vacios, pero tristemente tan llenos de él. Sentiras como se desprende el alma de tu ser, dejaras de sentir. Escaparan los quejidos de tu boca, gritaras a la almohada lo que te ha hecho sufrir y aunque quieras no escaparas con los gritos a un mundo mas sano, a un universo menos complejo. Actuaras la escena más tonta que tus labios jamas hayan recitado y te veras como un imbecil cada vez que te retrate tu mirada en el espejo. Sentiras depronto como tus pies se enfrian, y los frotaras con desespero contra las sabanas y la almohada que has escogido para personificarlo a él, y sin más dejaras escapar las lagrimas, porque esa almohda jamas podra parecerse a él. Y ahora los dos, la amohada y tu, ya no se besaran mas los labios que no tienen. Dejaras friamente de calcular, contar y paradojicamente pararas de tener esa costumbre tuya de imaginarlo a tu lado mientras rie, mientras abraza a las mejores musas de la ciudad, mientras las hace suyas con un beso, mientras las baña de dulzuras que nunca serán tuyas. Ysera ese el trueno que despliegue la tormenta, sera la tormenta la que se canse de ti y no tu de que te empape. Maldeciras la lluvia y no dejara de caer... Y lo veras al siguiente día siempre tan radiante, lo veras a traves de la agonia infinta y no lloraras cuando sus ojos te vean pues temeras descubre lo que le has hecho a la almohada imaginando que es él. 


Pero dejalo de lado y botalo sin sutileza de la cama, sonriele al techo y masculla risas a tus adentros. 

ACABAR


Me canse de escribirle a la imposibilidad de tu amor, esperando que algún día decidas mirarme. Esperando, siempre a la maldita espera, esa que separa a ese cuerpo tuyo de este mio durante minutos en este mar de segundos perdidos, de horas olvidadas por tus ojos, que ya no vacilan ni un instante para recordarme la naturaleza que crece en el espíritu salvaje de tu aura toda oscura, toda turbia. Siempre fuiste tan indescriptible, te le escapabas a las palabras, y a pesar de eso, encontrabas siempre la manera de colarte en la hora del té, entre los sorbos indiscretos de las sílabas que solo añoraban tu presencia, siempre ausente, siempre presente. 

Y ahora que me he cansado de escribirle a tu mente, a tus ojos. Siempre terminó por escribirte, para que tus labios no besen estos míos, para que tus ojos no vean estos míos. Ahora que la edad ya me pesa en los pulmones tan polutos en tabaco y sociedad , justamente ahora, brevemente ahora, es que más te pienso, porque te he tatuado en los parpados que ya caen marchitos sobre los ojos secos. 

Pero se acabo, y quiero que lo sepas, ni una palabra más para tus ingratos sentimientos, para tu mal vestir, para tu graciosa forma de caminar, como si tuvieses algo que presumir-bastardo indiscreto-, ahora quiero olvidarme de cada uno de los recuerdos que plante solo junto a tu lado benevolente, alcanzable e indescifrable en esa mirada tuya tan pequeña y tan oculta. 

Muere ahora, tírate de tres puentes antes de que logres acabar con tu vida que no vale un centavo. Acabala para que tu fantasma no tenga otro remedio que acompañarme en estas noches de tanto frió.  




CARTA A UN DESCONOCIDO

J.P.H.P:

Creo que, como eres artista- lo digo por tu maravillosa habilidad de convertir el papel en obra- no necesitare desbordarme en palabras precisas, pues ya estás acostumbrado a sentir imágenes y a deslizarte por el gran sabor que deja todo lo abstracto, todo lo que se dice sin palabras justas.

No quiero que decidas romper las palabras, ni que muestres sin timidez un asco profundo ante esta irrupción arbitraria en tu cotidianidad. Vale la pena aclarar, con las palabras precisas, con el suspiro lento y la decisión justa, que mi intención no es solamente la de molestarte. Quiero, más que por ti, por mí, expulsar del cuerpo todo rastro que pueda causar tu alma para recordarme este sentimiento, que solo logra amarrarme a la nostalgia nocturna, al sin sabor matutino. Suena sencillo, pero es mucho más difícil cuando mis ojos inquietos desean, cada segundo más, tenerte, poseerte y amarte, dejando de lado este silencio obtuso, esta mirada oculta.

Creo que ahora, que vuelvo a verte con estos ojos enamorados, me parece particular todo el desarrollo de tu anima, de tu ser. Me entretengo con las miradas que gastas, me pierdo tontamente en tu forma de sonreír… Créeme cuando te digo que no lo haría, pero verte es una aventura, no por el simple hecho de admirarte, sino por todos esos bellos momentos en los que por mi mente pasa la idea de imaginarnos y logro vernos a través del tiempo.

La verdad es que me siento como un imbécil volviendo otra vez a tu maldito recuerdo, que no se extingue, que no muere, que como la flama de mi deseo, no se apaga. Solo fue necesario verte para que el sentimiento se sintiera libre de crecer ¿Sabes? Esto me parece solo un vaivén de sentimientos inútiles, desperdiciados, desgastados… Jamás lograrás entender este silencioso parloteo de miradas y, a pesar de todo, soy consciente que debo dejar esta ilusión, esta temible obsesión.

A ratos sueño que soy otro, que despierto un día y soy ese que logra quitarte el sueño. Así son las cosas, simples, remotamente confusas y estúpidamente complejas, porque quiero prohibirme el verte, porque ya no quiero caer en el hechizo que emanan tus ojos, tu figura, tu ser, solo quiero amarte, pero es que nos desconocemos, nos ignoramos.

Creo que, llegado a este punto, puedo leer y no encuentro un sentido a la carta que estoy escribiendo con tanto esmero… Pero es que solo necesito saber que tus ojos leen estas líneas atropelladas.  No quiero que pienses que intento enamorarte, odio luchar por imposibles, te escribo para sentir que existe una posibilidad, para que mi esperanza no esté llena de lugares baldíos.

Es curioso pensar que crees que la gente no se da cuenta cuando lo dice cada parte de tu ser, como un suspiro, como un grito ahogado. Tus pantalones remangados-tu forma entera de vestir- la extraña manera que tienes de sonreír, de caminar, de vivir siendo solamente amor y pasión. Eres todo tu una perfecta armonía, una musicalidad, la más bella de todas las melodías. Has de saber que solo ha bastado verte un poco, estudiarte en silencio para descubrirte en este conocimiento hermoso y profundo, porque hasta cuando callas, hablas. Cuando te exaltas con el color de una caratula,  y ahí busco, donde reside tu ser, no un fanatismo acelerado, un conocimiento hermoso y profundo. 

Mira, las cosas son así de simples, pero no creas que por eso no habrá decisiones que tomar y cosas que decirnos el uno al otro. Digo que son sencillas porque lo que quiero confesar no es más que un sentimiento que haces surgir de la nada, que me lleva al éxtasis y me recoge en un orgasmo silencioso y estruendoso. Y hasta ahí todo es sencillo y maravillosamente rosa. 

Luego es que tienen que venir todo este atropello social de decidir querernos o dejar esto en la Ilusión y el posterior dolor profundo de este cuerpo engargolado que solo desea que compartas ese calor que le sobra a tu dulce piel. Pero no me engañes, no te engañes tímidamente cansado de un mar de sentimientos revueltos, de pesares maltrechos... No te ciegues para que me veas a través de esos ojos menos físicos.

Contrario a tu naturaleza yo no tengo nada que mostrar, no tengo un rostro dionisíaco peso de mármol, ni poseo la algarabía que poseen tus hermosos cabellos, ni el ritmo y la musicalidad de tus labios... Yo solo tengo palabras para enamorarte, sentimientos para brindarte, nada más... 

Pero no me odies callado, ni me ames sin silencios. No te guardes en la oscuridad, ni practiques las bondades de la luz. Ahora, que ya he dicho todo, que me quedan solo lapsos de tiempo para pensar en la lujuria, que solo quedan espacios para volverme a mi, a pensar en este amor a primera vista, estos ratos en los que Benedetti me susurra al oído sus palabras ciertas… “Creo que tenés razón, la culpa es de uno cuando no enamora y no de los pretextos ni del tiempo. Hace mucho, muchísimo que yo no me miraba como anoche al espejo y fue implacable como vos, más no fue tierno”.

No me dejes callado, inmóvil. Explótame y siénteme tuyo, ámame con ternura y no desprecies ni una de las palabras que te muestro sin solemne muestra. Ahora, justamente callados en la abominación de los recuerdos y el renacer de los sentimientos, dime algo que me estremezca o no digas nada y deja que el tiempo borre el recuerdo de este amor pasajero, que pudo ser duradero. Ahora que los dos nos miramos con ojos pares, con sabores diferentes y olores mezclados. Bésame jugosamente los labios mientras jugueteo en los tuyos, mientras me baño en tu lengua, mientras disfruto el paisaje de tu piel al anochecer.

Pero si quieres solo dejarme a la mala muerte, no culparé a tus sentidos, a tu mano dura y tu decisión frívola, pues comprendo que nuestros caminos han sido diseñados en otros caminos más angostos y distantes que deparan en otras albercas, en otros bares, en otros tiempos, en otros lugares. Será mejor que me dejes, con el corazón en llamas, al borde del camino empedrado, a la rivera del río de la vida. Será mejor que no hagas movimientos muy sutiles, así no tendré tiempo de amarlos lo suficiente. Mejor deja ir las letras, exprime las palabras, reutiliza las líneas si es que el villano de esta historia ha logrado amarte como tú lo deseas. Pero ojalá no me dejes en el imposible, en el improbable, en el innombrable. No me dejes quieto, no me dejes solo. No decidas nada que te apresure a sentir lo que quiero que sientas, simplemente déjalo fluir libre, pues el sentimiento por si solo se perderá en las exequias del laberinto de flores funestas. Pero no busques luego arrepentirte entre llantos infantiles y risas apasionadas. No me ames cuando ya no exista mi ser, cuando ya no te pueda tener en mis brazos. Y comprendo todo tan bien, que nunca tampoco me enamoraría de un extraño, ni caería bajo el hechizo de alguien tan poco sensato.

Ahora solo vete, siéntate en un rincón, medita, distribuye las imágenes y siéntete libre, dulce artista.




Alejandro Higuera S. 

CEGUERA


Fuiste, pacíficamente, luz. Llenaste de clama e incitaste a la alegría. Te miré, tiernamente, dispuesto a sentirte entrar por mis pupilas, honroso de tu hermosura. Pronto, sin que me percatará del daño, me cegaste. Ya no podría volver a verte sin sentir temor, sintiendo día a día el pesado cuerpo de la oscuridad sobre mi inseguridad creciente, y es que no para de crecer la oscuridad en mi alma para atormentarla sutilmente en mareas indescriptibles de soledad innombrable. 

Fuiste luz que cego mis ojos a la felicidad. Luz divina y bendita que quisiera volver a ver sin sufrimiento, sin sumirme en este tormento escalofriante de sentimientos llenos de vanidad y ruptura. Eres luz que inunda cada espacio de mi alma, que poco a poco ha decidido convertirse en el todo, en la nada de esta ilusión. Fuiste quien vi antes de ser este ciego estúpido, que ahora solo te busca en cada recuerdo, en cada beso, en cada abrazo, que te mira con desespero en la oscuridad, que te menciona y describe entre las sombras angustiadas. 

Luz, no busques apagarte otra vez mientras duermo, sigue prendido para que al menos no me sienta solo, para que alivies el clamor de mis inútiles ojos, búscame quitándome el frió, llenándome otra vez de calma y devuélveme la vista para seguir siendo quien admire tu belleza, para encontrarnos juntos después de tantas peripecias, acrobacias, maniobras... Porque bendita es la aventura nuestra y maldito tu hechizo que me ha dejado ciego. 

Sin Título


Y ahora que te veo, con la desdicha infinita, solo logro evadir, momentáneamente, la nostalgia. Sumiéndome, con premura, en la ilusión infinita de ver tu perfecta desnudez desfilar por los rincones de ésta casa vacía y solitaria. Me susurras tiernamente el recuerdo de oír tus pies descalzos rozar con la rústica madera. Y lo logro por un instante, olvidarme de tus manías y tus artimañas, llorando otra vez tus besos, ahogando claramente los suspiros, sintiéndote cerrar la puerta y devolverte a la naturaleza que te aclama pero que no desespera al verte ahí parado, desnudo, con la mascara de la actuación divina, con esa belleza tuya que se escapa por los poros de tu piel. 

Te veo irte por la puerta de atrás, sin despedirte, sin largarte, finalmente quedándote tirado sin cansancio entre el pasto naranja que crece salvajemente alrededor de tus risas sin sentido. Ignoras, con sentido, mi presencia, en esta casa dispuesta para que nuestras almas se encuentre en cada sillón, en cada espejo, en cada esquina. Te veo con la finita alegría dibujada en el rostro y envidio cada uno de tus ninfáticos movimientos. 

La lluvia no tarda en aparecer... Y llueve mientras tu cuerpo empieza a mojarse con tranquilidad y tu sexo siente las gotas y no puede evitar erguirse, provocando a mis sentidos, que te observan tras el cristal, una sed de sentirte nuevamente mio, como nunca lo has sido, de sentirte dentro, como nunca has estado. Te miras sin pena el miembro en equilibrio, te tocas sin reincor y con falta de remordimiento sustancial, ni espiritual. Empaño el vidrio tras un grito que ha salido de desgarrar mis propias entrañas, lo escuchas, nuestros ojos se miran y perciben nuestra desnudez, miramos nuestras almas expuestas, nuestros miembros erectos, nuestra virilidad al brote y me ignoras nuevamente. Te tocas con mayor fuerza, con menor delicadeza, pasas por tus duros pezones, acaricias la areola, te muerdes los labios, sé que sientes placer, me pierdo en los ojos que ahora tornas blancos... La lluvia te tiene empapado y no deseas secarte, una mano se pierde en tu entrepierna y no puedo evitar empañar de nuevo el vidrio. 

Sonríes al cielo como agradeciendo a alguien la existencia de la lluvia. Yo sonrió a tu figura pues es la única que ha ocasionado este placer tan sencillo, momentáneo y cálido. Deslizas tus manos por todo tu pecho, me miras de nuevo para ver si sigo ahí mirándote y al descubrirme vuelves a sonreír. 

Abro la puerta y te invito a entrar, me ignoras, me invitas tu a acostarme a tu lado, con el sonido grave de tu voz no hay ser de la naturaleza que logre resistirse, corro con mi amorfa desnudez al encuentro de tu piel húmeda, me recuesto en tu pecho, te abrazo sutilmente, descanso al sentir el tacto suave de tu piel, me acerco a tu pezón, reconozco la aureola, disfruto de la vista de tu sexo erecto que parece apuntarme sin miedo y quiero volver a sentirte y no me aguanto, salto a que nuestros pechos se toquen, a que nuestros labios se encuentren en este sin sentido, en este vació lleno de placer, colocó mis glúteos abrazando a tu miembro, beso tus labios suavemente y descubro en ellos el sabor natural de las gotas de agua, y me deslizo por tu cuerpo hasta sentirte dentro, hasta sentirte mio. Gritas y blanqueas los ojos, y nuestro grito es uno solo, y somos uno solo...

Luego todo parece detenerse, las gotas dejan de caer, el cielo se vuelve claro y nuestras pieles siguen sedientas del otro y no nos detenemos, nos amamos. 

Dejas en mi el más bello de los recuerdos, el más viscoso de todos esos, el que nunca se irá, el que quedará, el que nos unirá en este ritual mágico, hermoso. Luego solo te alejas, te pierdes en la infinidad de la casa y me dejas viendo como vuelve a llover sobre mi cuerpo exhausto, sobre mi humanidad desvirgada, sobre mi todo tan nada y mi nada tan tuya. 

Espero a que vuelvas, a que me llames dentro, pero has desaparecido con tu perfecta desnudez, con tu inigualable caminar, con tu alegría, con nuestra desdicha y quiero morir, pero más que eso, encontrarme de nuevo con tu alma encerrada en nuestras cuatro paredes. No quiero pierdete lejos de esta casa. Pero te veo irte lejos de mi alma, lejos de la acogida de nuestros cuerpos y de tu anatomía, lejos de todo rasgo de erotismo, caemos en una depresión sexual, en un sentido de vacío, en este sin sabor que sabe tan bien tras tu partida, en esta necesidad de carne que ya no existe más, que nos ama menos. 


LUNES


Intento huir, a diario de tu recuerdo, de tu perfección, de tu ser, gracias a dios has decidido desparecer de mi vista, olvidarte de mi y de los juegos que antes nos entretenían a ambos. Pero el destino parece seguir queriendo jugar con nosotros... me trae el amarillo, me trae tantas cosas que solo relaciono con tu jodido nombre de mierda, con tu rostro hermoso, con tu cuerpo hermoso....

No es culpa tuya, es culpa mía por hacer que tantas cosas llenaran este vació que has dejado en mi. 

CIERRATE


Debiste decírmelo en cuanto lo supiste, ahora ya es tarde para ambos. Digo para mi porque ya me encuentro fuera de esta burbuja y tengo que ver todo con los ojos vendados y llorar en silencio para que no me absorban las masas inmundas de rostros tontos y sentimientos vacíos. Digo para ti porque a pesar de todo tendrás que verme a mi caminando e ignorando que me suceden cosas, me verás y no podrás sentir que existe algo aunque estos lazos malditos nos aten a un destino irreal. 

Nunca te dejaré pues creo que este sentimiento solo crece infinitamente y parece que nunca podré dejar morir tu recuerdo, tus historias, tus besos... Y es que si tengo que decirlo, lo diré, no quiero tampoco perderte. Cada noche susurro a mi cama las mil historias que vivimos entre silencios, cada noche las sabanas arrullan mi llanto mientras perfora duramente tu ausencia. Quisiera poder perderme en otros rostros como me he perdido en el tuyo, pero me resulta imposible, pues no hay alguno que se te comparé o otros que te superen o muchos que me hagan desestimarte... Tu perfección no es más que esa cosa que escapa de la palabra para hacerla volar y perderla en la plenitud del sentimiento que ocasiona. 

Ojalá seas tu el que me deje un día, el que me abandone y se lleve consigo todos los recuerdos. Marchita los besos, quema los llantos y enloquece la cordura de este sentimiento. Ojalá un día tengas el valor para salir de la burbuja y verme con otros ojos, ojalá el valor también te alcance para dejarme tirado a  la vera de este rió que con sus aguas me llenará de júbilo y patrañas. Mejor se tú el que acabe con esta historia de insignificantes suspiros. Se tu quién deje de mirarme, quien deje de amarme, quien se pierda en la sombra y se incorporé a la masa estúpida de imbéciles que hablan y suspiran creyéndose el amor que no poseen. 

Debes decirlo ahora, ahora que mi alma esta en silencio y no pronuncia tu nombre, ahora que mi cuerpo reposa y no espera nada... Para que venga como un abatimiento, para que destruya los tejidos tontos y débiles de mi corazón, para que me mates de una vez, para que ya nunca más pueda volver a verte, sentir tenerte, rezar por amarte y vivir de esta maldita suspiradera a la almohada, esta maldita abrazadera de las sabanas que has dejado con tu olor y que has olvidado limpiar antes de marcharte para saber que volveríamos a vernos y que el destino seguiría con su maldito juego sobre nosotros. 

Pero no te vayas pronto, pero ojalá lo hagas sin dudas y con fuerza, ojalá me dejes tieso, ojalá no me hables nunca, pero que lindo que seas tu el que lo diga y que hermoso es saber que ya no te tengo aunque cada mañana te sienta más tuyo que mio y más mio que tuyo... Y vuela lejos y encuentra un hogar donde los nidos no se llamen nidos y los pájaros ya no hayan de volar nunca más. Vuela y huye, ten el valor de hacerlo, la valentía de hacerlo, el coraje de hacerlo sin silencio, con estruendo, para que mi corazón te oiga y se olvide de que existes, para que mi mente no siga soñando con tu cuerpo desnudo sobre mis sabanas blancas, para que tu vivas sanamente tu vida y yo agonice la poca que me queda.

Algo me dice, quizás son los latidos leves, que este no es el último escrito, no es el último capítulo, no es la última sonrisa, ni la primera mirada, ni el primer amor, ni el último, ni la más esquizofrenica de  todas las palabras, ni la más sana de todas las despedidas... Pero es, y lo digo con sinceridad, lo mejor.

EL TREN


El sentimiento crece sin temor a expandirse o inundarme súbitamente, es como un tren, que sin frenos, se aproxima, se acelera a la temible aparición del sentimiento que me sumirá de nuevo en angustia, en esta agónica tristeza que solo tu comprendes cuando me conscientes en sueños. 

Solo fue verte para que el sentimiento se sintiera libre de crecer. Creo que no es culpa de tu belleza, es más bien culpa de tu ausencia, del tiempo que mis ojos han pasado sin ver, ni de reojo, tu figura. Pues eso es, por que has hecho que crezca este deseo, me has envenenado los ojos con una necesidad absurda de verte sin tenerte, y luego cuando planeas no ausentarte más, apareces para que te siga amando en silencio, te siga guardando mis sentimientos, te siga enviando rosas envueltas en versos. 

Desaparece. Sin razón, dejando tras de si una estela de dolor, unos pétalos marchitos, unas espinas punzantes, una espiga penetrante. 

Sé, que al final, este tren chocará, como ha pasado siempre desde que se fundieron los rieles de a depresión. Chocará; el incendió que se produzca desatará un par de lágrimas, quemará todo a su paso, ennegrecerá uno a uno todos los rincones de mi alma... Pero ¡Maldito sea el tren! Porque lo quemará todo y me dañará todo, pero tu recuerdo seguirá intacto y el tren tarde o temprano se reparará. No se cansará de parecer sin frenos o de chocar contra mi alma.

Y mientras espero a que choque, mientras se acerca el final inevitable de esta historia cíclica, la historia del final conocido y mil veces repetido... Te veo, te miro, te adoro... Busco acelerar el sentimiento, para que inunde mi ser, para que me suma de una vez en esta tristeza que se avecina. Te veo haciendome daño sin siquiera tocarme, sin siquiera mirarme, sin siquiera... Silenciosos, muero, agonizo con cada cruzar de ojos, con el terrible suspirar de tu risa...

Esto no es más que un masoquismo que no deseo, pero quiero y necesito, eres mi morfina lo que me aleja de la cotidianidad, la morfina que me adormece y me hace vivir, morfina que llena de carbón las calderas de este tren que ya desfila acelerado, con rapidez a su nuevo choque. 
  

NO HARÉ


No lo haría. Pero verte es una aventura, no por el simple hecho de admirarte, es porque es hermoso imaginarte y mucho más alegre imaginarnos. 

Lo sé, es extraño ¿Cómo enamorarme de alguien a quien no conozco, con quien he cruzado escasas palabras? Si, yo también a veces me lo pregunto, pero la respuesta viene más rápido, y es que no puedo más que lamentar el hecho de que donde mandan los sentimientos y los gustos, no manda la razón. 

Verte me ayuda a pintar mis días de emoción, de un rosa candente, un rosa colosal, de una falsa alegría, de una tonta y hermosa gravedad. 

Y si pudiera te amaría con más ganas, te desearía con más tiempo, te esperaría con más ansias, me moriría sin menos remordimiento... Pero te alejas, me alejo, nos acercamos a este destino que urge en desatarnos. Y quiero, quizás por momentos buscarte entre sueños y huirte entre lamentos. 


NUNCA ACABAR


Me siento como un imbécil volviendo, otra vez, al maldito recuerdo que representas y que no dejas extinguir, por más lluvia que caiga para lavar el sentimiento, por más soles que pasen para alumbrar tu figura, por más lunas que se hayan de parir del destello de tus ojos y tu tonta sonrisa de media cara.

Esto no es más que un vaivén de pensamientos inútiles, una huracanada de sentimientos tormentosos que lloran mares de sangre y derraman uno a uno los sentimientos desperdiciados, desgastados... Sentimientos que, aunque ya no ignoras, les temes, les huyes, no les das acogida perfecta ni recinto acogedor en tu dulce y hermosa morada.

Pero no dejes nunca de mirarme, ni dejes de exhalar tu aire, déjalo escapar de lo más hondo de tu ser pues será lo único que busque, lo único que tu cuerpo sagrado sepa regalar a este inmundo pordiosero que solo mendiga tus miradas, que solo se arrastra tras tus sonrisas...

Dame tu aire lentamente para incorporarlo en mi cuerpo, para sentirme tuyo, para sentir que somos parte del otro, que puedo guardar una esperanza inexistente y seguir soñando con las cotidianidades de nuestros encuentros.


DEPENDENCIA


Amarte se ha convertido en mi única tarea, el único motivo por el que sigo queriendo respirar. Dependo de ti, de tus miradas que muchas veces  están llenas de odio o incomprensión. Quiero deslizarme por la curva de tus labios y descubrir en ellos la sonrisa perfecta, la luz de cada día, el aliento que no sofoca sino que llena y alimenta mi ser. Quiero tocar y contemplar todo el tiempo el lunar que tienes atravesado en el cuello, pues me tiene entre versado al verte y encuentado al no tenerte...

Quiero tanto. 
Espero tanto.

Espero tanto que no me queda más que imaginar. 

DANZA MUDA


Nunca nos imagine sentados en la misma banca, bajo el mismo cielo, con la misma luz brillante emanando de nuestros ojos como destellos de amor o locura. Mi mano busca- sin rapidez, con seguridad- tu mano suave, tu tacto dulce. También te deslizas- sin cuidado, con ansiedad- hacia mi mano. Buscamos tontamente decirnos con las manos mudas lo que los pensamientos gritan y, los labios sedientos y las lenguas húmedas , callan.

Dejas escapar una risita pues has espiado, por el rabillo del ojo, la magistral danza de los entes mudos que buscan amarse, pero que ahora están inquietamente inmóviles al ser cogidas en el acto.  El atardecer permite que tu mágica sonrisa muestre su hechizo y me tenga entre sus brazos y me arrulle los pesares, para que quede despierta toda mi alegría. 

Que bueno que es amarte. 
Que bueno que podamos encontrarnos a diario en esta banca de mis sueños, en este rincón perdido de mi imaginación. Y más bueno es que aquí me busques tanto como yo a ti y me correspondas más que yo a ti.

COMPRENDE


No se trata solamente
de vivir los dos cual enamorados
o románticos
o patéticos bohemios.

Es algo más profundo,
más confuso,
menos nostálgico,
llamado a la cordura tímida
y ésta desesperación tácita.

Es el vivir respirando tu perfume
en vez de aire.

Pero no se trata solamente
de ver los te amo huir bajo la nevera
o tras la alacena,
ni de calentar los besos en el horno
o preparar la mesa con te quieros, manteles y velas.

No.
Se trata de algo más,
algo que yo no entiendo
algo que tu no comprendes
algo que nos inunda y abarca, que nos envuelve
es ese algo infinito que escapa de las letras,
las palabras,
los diccionarios
e incluso el abecedario.

Es esa palabra que nunca encaja en el crucigrama del domingo.
Es esa timidez tonta de las palabras en fuga
cuando la mirada candente y el oficio ausente.

No es solamente reir,
ni mucho menos pienses en las sonrisas.

Es algo más impuro.
Triste.
Soez.
Escalofriante.
Es algo que no lo es.

Se trata más de la aventura
tal vez el placer
quizás la dicha
o los versos y libros que dejamos encerrados
allá, en la biblioteca.

¡Olvidalo!
Es ininteligible
pues es más que sílabas,
que versos,
que palabras,
que poemas
o composiciones tuyas
cuando el piano es negro y la noche es roja.

No se trata solamente,
de este sentimiento impuro,
no es solo el roce mágico,
o los labios cálidos y salvajes
o las miradas frias y rugosas
o los brazos tristes.

Es tan mio que es tuyo
tan tuyo que es mio
pero tan burdo que es nuestro.


A UN CONOCIDO


Mira, las cosas son así de sencillas y remotamente confusas y, quizás, un poco complejas. La gente tiene razón uno no se puede enamorar de alguien a quién no conoce. Mírate no más, has abierto la boca para contarme un poco de tu vida y descubierto que tu fachada de bohemio no es mas que eso, una fachada mal trecha. 

Has quedado al descubierto, por fin muestras lo imbécil que eres, lo vano y superficial. Vaya tristeza tan profunda la que me genera verte...

¿No te gusta la noche? ¿Qué haces cuando te sientes solo? No me digas que no te gusta sentirte acompañado de la voz de un poeta bajo la luz de la luna, o caminar para leer a las personas que pasan desapercibidas... Entonces ¿Para qué tu gorro? Ese de Neruda... eres un tonto, tu cara lo decía y esos ojos que abres a punto de que se te caigan de las cuencas ¿Cómo no pude darme cuenta antes de lo estúpido que parecías? 

¿No te gusta caminar? Con razón la gordura ya te ha tocado hasta el dedo meñique del pie, con razón te cansas tan rápido cuando tiras, con razón te embriagas tan fácil y caes en la lujuría sin premura... Ahora solo me produce asco saber que eres todo lo contrario a lo que siempre imagine, no eres más que uno más, otro del montón, otro que se suma a la lista de errores que nunca debí cometer... Y pensar que nos soñaba juntos, que imbécil he sido. 

¿Buscabas impresionarme? Mejor lárgate y déjame en paz.  

ALFABETO ¿Incompleto?

Pero es que ya nunca más Amarte
ni tiernamente Besarte,
ni locamente Comerte.

Solamente Decirte
Degollarte,
  poner tu cabeza como el mejor trofeo...
Desangrarte,
  beberme sin asco cada gota de tu divina sangre...

Es curioso que todas las cosas que se me vienen a la mente empiecen por D. 

pero déjame tontamente Endulzarte,
 mandarte a la Felicidad, 
caer en los vicios de los Gustos.

Hoy,
con los ojos Inundados
y la visión en la Jerga,
no pienso más en  K... y me tienes pa ti.

Lentamente,
Medito
las Nulas condiciones
de nuestro Ocio 
como verte tan Perfecto.

¿Quién diría?
que un Rostro
lograría Soltarme, 
Tocarme. 

Ultimamente ya no quiero pensar en ti, 
ni Verte con timidez...

Me agarra el descaro, sucumbo en la muerte.
Tu muerte.

HAS SIDO SABIO


Muchas veces sueño con tenerte.
Más,  sin mucha alegría, reconozco
que si yo fuera para ti
 y tu para mi,
nos la pasaríamos
sumidos en la tristeza de la ternura,
en el apego infinito
en las noches largas tras el teléfono
 y el colgar infinito de tu mano afable...

Has sido sabio...

¿Te imaginas los dos bajo el muérdago?
¿Te imaginas dándonos besos como si fueran oxigeno?
¿Regalándonos abrazos?

Pues yo no.
No me soportaría a mi mismo,
ni a la infantil idea de vivir de tus sonrisas.

Has sido sabio...

Nada alcahueta.

Demasiado cauto...

Y aún así en las noches añoro tu cuerpo,
duro y cálido rodeando al mio
sueño con los besos
sueño con tu voz.

Alimentas en silencio mi desesperación
     mi desmotivación no apaciguas,
mis llantos no cesan,
mis cantos no paran.

Sin mucha alegría reconozco
que lo mejor ha sido lo que ya se ha hecho...
   
 Repartir amargamente los caminos,
dividir  suavemente los destinos,
no enlazar ni ensalsar  la esperanza,
 y echar a volar la dulce ilusión.

Y ahora solo sueño,
sueño que te tengo entre las sabanas y los suspiros
imagino que te abrazo en un viento frio
pienso que te tengo al alcance de mi mano.




PALABRAS


Dime tímidamente algo.

No sigas rasguñando,
toscamente, mi alma.

Porque te veo y quiero gritar "Amor"
porque te miro y deseo
porque me veo, en el espejo maldito, 
y muero.

Quiero mirarte y poder decir "Amor"
pero dime algo
mágicamente,
imperfectamente, 
marginálmente...
Dime algo que enloquezca mis sentidos
que haga llorar una a una todas mis alegrías.

Dí algo triste
algo sagrado
algo impuro
algo tuyo. 

Pero dime algo y no te quedes.
Nunca más te ates al silencio 
nunca más en la eternidad. 

Quizás se te escape el porque,
se escabulla el cuando 
y termines dándome una razón. 

Tal vez   no vuelva a verte,
tal vez huya al tenerte
y seguramente nunca podre volver a sentirte.
Sentirte como quien siente su alma,
como quien escucha su galopante corazón.





DIÁLOGO


- Adelante, puedes disparar, al fin y al cabo solo será otra vida que se perderá.
- No lo comprendes, ¿Verdad?
- ¿Qué debo comprender?- siguió el sonido de los pasos en la oscuridad, de repente sintió en su oído una respiración honda y cálida.
- No eres solo una vida.- dijo casi en un susurro- Ahora dime ¿Dónde lo ocultas?
- Los secretos yacen ya en el fondo de mi ser.
- ¿Qué quieres decir?- dijo alejándose del hombre con la venda en los ojos.
- Me he preparado para morir, los asuntos de los vivos ya no me apetecen.
- ¡Conmigo no te hagas el boludo! ¡No vengas con tus charlatanerías de poeta frustrado!
- Respondo lo que has preguntado.
- ¿Dónde está?
- Lo he olvidado.
- Solo me dejas una opción...
- ¿Matarme? Adelante, puedes disparar.
- ¿Quién iba a pensar que saldrías tan mártir?
- Solo te pido que acabes con este suspenso.
- ¿Suspenso? ¡Cierra tu puta boca! - se sentó enfrente del hombre vendado- Dime ¿Dónde putas está?
- El conocimiento no es material, no se le puede esconder entre las sabanas o amarrado a las cortinas.
- Sabes muy bien de quien hablo.
- Me tienes anonadado con tu insistencia. ¿Qué horas son?
- Casi las 12.
- ¿Es de noche?
- Claro.
- Él ya debió irse.
- ¿A dónde?
- No lo sé, solía tener viajes sin regreso.
- ¿Y cómo se encontraban?
- El destino, siempre nos juntaba.
- ¡Hijo de puta! Me tenés harto con tus cuentos raros y tus creencias tontas.
- No me crea, me da igual. Hágame un favor, dispareme.
- Antes tengo que saber dónde está.
- No le puedo decir, suficiente daño habrá hecho este muerto a la humanidad para tener que condenar a quien lo amo sin medida y comprendió sin pereques.
- Usted no es poeta, lo que es es un maricón de quinta.
- ¿Y por qué no me ha violado? ¿O es qué cree que yo no sé quién es usted?
- Usted no me interesa, su existencia me vale culo.
- Culos como los que le gusta violar.
- Yo no violo a nadie.
- Querés a la gente de manera ruda.- dijo con sarcasmo.
- Vos te callas la boquita o te...
- Ya le dije que no me amenace con la muerte que no le tengo miedo a esa huesuda.
- Te vas a ganar esta puta bala, me dan ganas de metérsela puel orto.
- ¿Qué tal que se sienta placer? Mejor métamela en la boca o escúpame esa mierda en un ojo, con eso me muero facilito.
- ¡Respondame ya! ¿A dónde se fue?
- ¿Y si no le respondo? Igual me va a matar.
-Maricón, dígame  ¡¿Dónde lo escondió?!
- Yo no sé donde se haya metido ese man.
- ¿Se fue del país?
- A lo mejor, ese siempre estuvo obsesionado con Italia.
- ¿Italia?
- Pregúntele usted a él cuando lo encuentre.
- ¿Usted no sabe? Los más íntimos y no sabe eso... interesante.
- Él y yo no pasamos de tener un par de polvos y unos cuantos cafés, no me arme novelas que me gustaría vivir.
- ¿La tenía grande?
- A mi eso nunca me intereso ¿A usted le importa?
- Siempre me lo quise comer.
- Que asco usted, siempre acosándolo ¿No le da mamera? Siempre detrás del mismo man, toda su vida y no se dió la oportunidad de querer a otros.
- ¿Cuáles otros? ¿De qué habla?
- Los otros. Usted sabe no se haga el pendejo.
- ¡Bueno! Cuidadito como me habla gran gûevon.
- Bueno ya le dije, búsquelo en Italia, a lo mejor se fue con su amigo de negocios pa no tener que pagar seguridad extra.
- Usted me creyó gûevón a mi, me vio cara de marica.
- Verlo, verlo, nunca. Y pues marica, marica si es.
- Callese.
- Pero quien lo entiende, que si hablo malo y si no....
- ¿Qué se calle?
- ¿Fue qué ya vino a rescatarme o qué?-susurra.
- Usted está loco.
- ¡¿ENTONCES PA QUÉ ME CALLA?!
- Pa que no hable tantas barrabasadas que me tiene harto.
- Usted el acosador número uno y no sabe a dónde se fue ahora.
- Usted era el que se lo tiraba, debería cuidar más ese pene.
- ¿A es qué usted cree que yo solo me lo tiraba a él? Además ¿De qué me sirve cuidar algo que ya no voy a tener?
- Mire, lo dejo vivo si me dice dónde coños se metió ese cabrón.
- A mi no me interesa quedar vivo, ya me preparé para morir y ya le dije que no sé.
- Haber le digo continentes y usted me dice si en alguno de esos está.
- Si con eso acabamos este jueguito pues hágale.
- Europa... América... Asía... Oceanía... África.
- ¡Ese! ¡Ese!
- ¿África?
- Le gustaban los negros como yo, lo ponían cachondo.- le propinan una bofetada.
- ¡Póngase serio!
- Entonces sos blanco.
- No es el tema.
- A él le gustaban las vergas grandes.
- Con usted no se va a poder... ¿Dígame tenía otros amantes?
- Que yo sepa, si. Pero todos están en el hospital o en su defecto muertos.
- ¿Por su culpa?
- Si, ese siempre nos mataba a los que enamoraba.
- Jueputa usted si...¿Por qué en el hospital?
- Siempre hay que hacerse de vez en cuando un retoque en el ano.
- ¡No me lo soporto más!
- ¡Máteme!
- Si, maricón lo que tu digas... No lo pienso matar.
- Ya busco en la finca de él.
- Ya la quemamos.
- Malditos... Bien linda que era esa casa, las sabanas de seda y levantarse con los primeros rayos del sol y ver esas hectáreas de bananos...
- Ya no hay nada, todo lo quemamos.
-Ya sé, solo recordaba, no sufro de problemas auditivos como usted.
- ¡Respéteme! ¿O se le olvida?- roza el arma por el cachete del vendado.
- Marica que no el tengo miedo ¿No entiende?
- ¿Usted de qué vivía?
- Él me mantenía. Desde la U siempre me mantuvo.
- ¿Lo amaba?
- Yo lo quería, nunca lo ame pues nunca me amo tampoco.
-¿Sabe si amo a alguien?
- A usted seguro no. Siempre tuvo un man en el corazón.
- ¿Y?...
-Nada, él man no lo amaba a él.
- Que pendejada la del amor ¿No?
- Es una cosa linda, pero la estrategía pa pasarla bueno es no enamorarse.
- ¿Amor sin amor?
- No sea tonto, yo hablo de pasión, sexo.... A verdad que eres virgen.
- ¿Virgen? Me he acostado con más manes de los que me gustaría reconocer.
- Basura.
- No el tengo que probar nada.
- No lo haga, igual me voy a morir que me interesa.
-¿Se va a callar todo el día el paradero de ese imbécil?
- Tal vez si, tal vez no... Todo depende de que obtenga a cambio.
- ¿Quiere qué se la mame?
- No, usted debe tener sida.- otra bofetada.
- ¿Y si le doy palo?
- No, eso no me gusta, a menos que me desvende y me suelte las manos.
- Me creyó gûevón.
- Pues es que eso del sado y de andar atado no me gusta, mejor libre pa que pueda hacer más cosas.
- ¿Quiere o no?
- Mejor no, lo recordaría a él.
- ¿Tan bien lo hacia el hijo de puta?
- Bien, es un adjetivo que le queda corto.
- Esto no lleva a ningún lado.
- Lo sé, hace rato debí matarlo, pero se ve tan lindo atado.
- ¿Se embobo? No se enamoré de mi.
- Lo bueno es que así le puedo hacer cositas y usted no puede hacer nada.
- Que grotezco y niega ser violador.
- ¿Qué quiere a cambio?
- ¿A cambio de qué?
- Pues de la información del paradero de ese marica.
- La verdad nada, nada me llevaré a la muerte.
- No lo voy a matar, sabe, ahora lo dejaré aquí.
- ¿Sólo? ¿No le da miedo qué encuentre la manera de escaparme?
- La puerta solo cierra de afuera, no hay ventanas ni nada afilado con lo que pueda hacerse daño o desatarse. Tiene dos opciones, o me dice el paradero del tipo o lo encierro y espera a que se muera.
- Prefiero esperar., puedes retirarte.
-Maldito burgues, yo no soy su sirvienta.- le propina una nueva bofetada.
- ¿Y a mi qué me importa? Podría ser mi puta, como me lo propuso hace menos de una hora...

Voz de radiotelefono << Deje de perder el tiempo con ese marica, ya encontramos al man>>

- Adios.
- ¿No me matará?
- No, puedo dejarlo aquí, morira lenta y dolorosamente, además de solo...
-¡HIJO DE PUTA! MATEME
- Bye- se cierra la puerta.







DESAPARECER


Deseo perderme
pero más, perderte.

En este infinito bosque
entre las figuras perfectas
entre todo lo que uno a uno develan tus encantos.

Deseo perderme
pero más, perderte. 

Como el ruiseñor
me poso
canto melancolías.

También quiero,
sentado aquí a tu lado, 
verte ir. 

Entre las hojas rojas
las naranjas 
y las amarillas
en aquellos brazos que te rodean como ninfas.

Desaparece, 
no me sentiría tan solitario, 
no te tendría que describir entre las piedras, 
no tendría que dibujarte en el viento. 

Las nubes pasan de apares, 
alegres, 
Sucitando melodías
que en solitario no comprendo. 

Siento que vivo
a la orilla de un rio. 

Ya nunca más con el rio, 
con su hermosa fuerza
con su tempestad inigualable
con su inimaginable calma
con su sorpresiva tregua.

¡ES ESO!
La calma que me hace falta
eso tuyo
eso mio
eso que necesito para volver a ser rio
para gozar de tu compañía
o de otra
o de otras. 

¿Hueles ahora el jazmín?
¿Sientes tristemente el rocío?

Déjate empapar 
 la alegría de la tierra verde
dulcemente llama a su canto.

Olvidemos juntos
 las lluvias que nos inundan 
los paraisos que nos separan.

Deseo perderme
pero más, perderte.

Ya nunca más quiero,
oir tus cantos de ruiseñor,
pues ya no riman con lo natural 
con el  sentimiento.

Deseo perderme
pero más, perderte.

No quiero que duela más esta piedra que tengo por corazón,
quiero ser libre como tu esbeltez.



OTRO


Querría ser otro sin dejar de ser yo mismo.

Mira, quiero convertirme en el viento huracanado que revela tus cabellos o el dulce ambar que refresca tus labios, busco ser artista para dibujarte una grata sonrisa o ser esos terribles presentimientos para quitarte el sueño sin mucha prisa, quizás ser una garrapata pa`comerte uno a uno todos los centímetros de tu cuerpo, pero mejor déjame ser tatuaje pa`que me lleves donde vayas y no me dejes en el olvido o en la casualidad, tal vez es mejor ser tus sabanas para quitarte el frío y disfrutar del roce de nuestros cuerpos.

Pero mejor no me hagas cambias, déjame ser yo mismo, es más fácil que cambiarme y más útil que ilusionarme.

.


¿Lo ves?
 Más he tardado en decir adiós que en volver a invocar tu divina presencia, tu sutil esencia y tu maravillosa insuficiencia.

RUTINA


Es que siempre es el mismo trasteo de emociones y sentimientos contigo. Todo siempre tan rutinario, tan sistemático, tan benévolamente inalcanzable, tan patéticamente inexistente.

Los Lunes te veo y te amo
Los Martes no me importas.
Los Miercoles te amo sin razón, sin peros.
Los Jueves te deseo carnalmente.
Los Viernes te odio (y me odio).
Los Sábados te olvido.
Los Domingos no te recuerdo.

¿Ves? Vuelve el Lunes, te veo y te amo


TE QUIERO, E INEVITABLEMENTE AMO...

Lo que cuerdamente ignoras, 
lo que locamente aprecias
lo que callamos juntos bajo el velo del inconsciente 
lo que decimos tímidamente sin palabras. 

¿Sabes? 
Te quiero, e inevitablemente, nada...

Nada tu y yo
nada yo y tu
nunca todo, siempre nada
nada en tus miradas
nada para mi en tus sentimientos
nunca todo, siempre nada.

Claro que no lo sabes
pues inevitablemente callo 
sigilosamente tartamudeo lo que guarda el sentir
ignorantemente bosquejo lo que me harías vivir
y tontamente olvido lo que sos para mi. 

Déja de marchitar las margaritas de mi imaginación
déjame sentir para no perderte nunca en mis olvidos
pa`tenerte siempre
pa`no olvidarte nunca. 

¿Sabes?
Claro que no sabes 
¿Te lo digo?
Te quiero, e inevitablemente, te amo...
   Ciegamente te pienso
    rara vez de te extraño
    mágicamente te deseo
    efusivamente me contento
    tontamente ya te siento. 

Te siento lejos, te siento triste
te siento y no, porque 
te veo y no...
  Ya nunca más soñar contigo
ya nunca más vivir con vos 
Tu y yo. 
Nada. Solo palabras

SOMBRA


Tu y yo...

Yo siempre seré tan solitario como la sombra que acompaña a la tuya, como mi sombra que toma sin miedo tu inmensa mano y que se dibuja  por una línea tenue, oscura e inmaterial. Tu siempre serás tu, el que se ríe a carcajadas, el que sonríe, el que desdibuja de mi andar la ilusión, el que me ve y no llora por mi imagen triste, solitaria y vacía. 

Me nublan los celos de tu maldita felicidad que solo puede ser una en esas noches rojas, esas noches pasajeras y pintorescas. Y dejas extinguir con rapidez la estupidez de los sentidos, dejas acabar uno a uno los sentimientos, como quien deshoja margaritas como quien destripa el anima. 

Tu siempre serás feliz. Y mi sombra siempre larga, loca y triste, llorará uno a uno los besos que no me diste. Mi sombra siempre cansada seguirá mis pasos que quieren convertirse en saltos y mis saltos que quieren convertirse en vuelo para acabar de una vez con la sombra que me sigue a todas partes y que no hace parte de mi vida pero lo es tanto como tu lo eres ahora que ya no me miras con los ojos llenos de alegría, que ya no me miras con la curiosidad, que ya no me pintas con tus palabras sordas. 

Déjame caer rendido en tu pecho para que ya no existan sombras largas y torpes, para que ya no haya días sin sol y noches rojas. Dame tu aliento suavemente ligero y permiteme escapar a donde vuelan tus sueños cuando se cansan de la costumbre y de la triste cotidianidad que te marginan a ser esta sombra mía que se une con la tuya por una sola línea tenue, oscura e inmaterial. 

Pero no olvides, aún cuando tu reflejo se vea borroso frente al espejo de agua llena de arrugas, que siempre estuve ahí pisando tus talones para amarte ciegamente, para besar ese lunar que tienes tan bien puesto en el cuello, para pasarte mi sombra y ser tu yo una sola idea borrosa, un solo campo de flores, una sola sonrisa, una sola felicidad. No olvides, ahora que me has olvidado, que yo alimente tu ego, que soy el creador de tu monstruo, que yo invente tu maldita sombra que ahora se abraza a la mía en un acto solemne. 

Y ahora vete, porque ya me he cansado de verte con tu cara de idiota y tu sonrisa de imbécil impedido, vete porque he descubierto que mi sombra se apacigua y llora sola su ser para irse lejos y no volver, la tristezza desaparece y la inunda una alegría que regocija mi alma y escupe llamas sobre el sol que sigue haciendo sombras... 

Y no te preocupes por este nómada... No te preocupes, ya nunca más, ya nunca menos, ya nunca...


DESEOS CANÍBALES


Quise dibujar tu figura y recordé que no soy artista. 
Quise describir tu figura y desapareciste, huiste como quien quiere quedarse y no lo logra. 

Sabes, no quiero perderte, no quiero que sigamos alargando esta carrera de presa y depredador. Déjate alcanzar, déjame tomarte, beberme tu esencia, sentirme como el mejor y más fiel caníbal. Solo quiero un poco de carne, pero no cualquiera, la tuya. Quiero tu piel blanca, tu aroma fresco, tu longevidad, tu prontitud, tu locura, tu amor... Quiero beberme cada rincón de tu ser, desde tus secretos hasta lo evidente, desde tus miradas parlantes hasta la labia innecesaria. 

Dame la oportunidad de desgarrar cada una de tus entrañas y de sentir mía cada una de las partes de tu anatomía. Déjame quitarte la sonrisa del rostro y retratar suavemente el terror que te pone éste monstruo. ¡PERO CALMA! No me tengas miedo, solo pretendo amarte, carnalmente, en el sentido más literal de esta suculenta palabra.

DIME


Dime:

¿La amas?
¿Es la que te quita el sueño?

Dime, son solo palabras, que aún puedo imaginarnos juntos y perderme en tus labios tibios, en tus turbios ojos, en tus salvajes rasgos... Déjame decirte otra vez cuanto te amo, déjame sentir de nuevo como me inunda tu presencia, tu ilusión, tu sentir, tu vivir... Dame la dicha y la oportunidad de que vuelvas a mis sueños, devuélvele sin premura la vida a este cuerpo.

2 VECES E INCONEXA


Me dijo una voz que llevaba el viento que una loca interrumpió tu baile para robarte un beso... No siento ira, no me invade una felicidad o una tristeza efímera, no tengo un vació sentimental... Lo que siento es...

Sabes, Alguien fue capaz de hacer aquello que yo llevo planeando por meses. Alguien tuvo la  capacidad de llevar a la praxis sus más oscuros deseos. Alguien hizo aquello que yo me cohíbo, sintió aquello con lo que yo solo he fantaseado. Ella pudo y yo sigo viéndote sonreír, comprendo tu sonrisa, comprendo tu felicidad al regocijarte por ser besado por una extraña, una tonta... UNA VALIENTE.

3 VECES


Ahora estoy sentado aquí, a escasos metros de ti, viéndote sonreír, vivir. No me acerco, intento no mirarte; No quiero perderme de nuevo en la maldita perfección que representas y que ha cautivado mi corazón, mi alma, he llegado al punto de soñar que en serio de algún modo (no material), me perteneces. 

Y te veo sonreír, te veo ser tu mismo y no deseo nada más que acercarme y amarte como quizás, creo, que lo mereces y como quizás, creo, que puedo hacerlo. 

Ha llegado la hora de comentarte ésta ilusión que me persigue en las noches. ¿Sabes con qué sueño? Con oírte tocar piano, oírte cantar o leerme un cuento, sentir que vivimos juntos, al menos un segundo. 

Preferiría mantenerme anónimo en este trozo de papel, pero mi letra es fácil de descifrar. 
Odio saber todo lo que sé, pues me tortura la idea de saber que tú tienes mayor cercanía con la felicidad que yo contigo. Tú te has convertido en mi única felicidad, y esos, me tortura, pues los dos... Nunca podremos estar juntos. 

2 VECES E INCONEXA


Y entonces lo supe. Tu mirada lo calló, pero tus palabras lo dijeron en susurros. Quise amarte y, a pesar de ahora ser más probable, sabía que significaba que ahora era también más imposible.

Ahora solo imagino tu sonrisa al pensar en quien te ha robado el corazón... Imagino tu felicidad al hablarle y pienso que quizás nunca podré ser feliz contigo.

Te ame. Te amo. Te amaré.

Tu nunca a mi, pero yo siempre a ti, como un fiel creyente. Como una gotera, constante.

Imagino tu sonrisa dibujada por alguna ninfa o algún dios y lloro, me caigo hecho pedazos pues tú... Tú no sabes que eres mi ángel que eres mi Aquiles, mi Apolo, mi Ulises... Que eres ese todo y esa nada. Que quisiera ser yo quien dibuja tus sonrisas y pinta tus atardeceres. Quisiera ser el que te trae la luna con una soga de versos, quien te alumbre la noche con millones de estrellas, quien se duerme con tu risa y navega en tu sonrisa.

Pero solo me queda imaginar pues ya me sumerjo en las oscuras aguas de este inmenso Tartaro.


DEMANDA


Exijo, de manera sumisa, que perdones a este cuerpo por estar enamorado de tu belleza liminal.
Exijo que me perdones por no poder dejar de mirarte, de incomodarte con mi mirada inquieta.
Exijo que olvides mi presencia y me dejes disfrutar de tu fisiología.
Exijo que me dejes disfrutar de tu caminar, de tus sonrisas y risas, de tus miradas que no son para mi.

Te pido que perdones a este pobre diablo por estar enamorado de tan angelical figura.
Perdona a éste por ser impertinente, por ser iluso.

Mira con claridad lo que pido, porque nunca me cansaré de luchar por esta incorrespondencia de sentimientos.

Se tu quien vea a este pobre y se pavonee de su belleza.
Se tu quien escriba los versos.
Se tu quien me odie.

Exijo que me des un poco del aire que exhalas y ya no te hace falta.
Exijo que me regales un poco de la luz que emanan tus ojos.

Déjame ser quien te arranque los sueños y te desnude la vida.
Déjame ser quien sonria y se ria sin importar tus acrobacias.

Y, sin embargo, cuando aceptes lo que exijo no bajes la mirada, no sientas que todo esta perdido...

MISTERIO


Ella está sentada ahí, como si no le importará mi presencia, no me mira, no me reconoce, no me puntualiza.
Y yo estoy viéndola, sin sutileza, con el mayor de los descaros, como si me importara mucho su presencia, que, al fin y al cabo, no me despierta nada más que una tonta curiosidad.

Todo es un misterio... Su pelo, sus ojos que aún no veo pues están ausentes en la eternidad, en el infinito...Todo, aún, parece escapar de mi entendimiento, ese porque de mis descaros, ese porque de las dudas.

Pasan 2 jóvenes y no me advierten su llegada, no me escriben la piel con sus aromas, no me desvisten con sus cuerpos, no me dejan soñar con ellos cuando ya han desaparecido pero han dejado mi alma distraerse con su vana presencia que ahora solo describe ausencia y sin sabor.

De nuevo somos solo ella y yo, o yo solo viéndola a ella. Distanciados por el vació que nace entre nuestras bancas de granito.

Ella también escribe y me mira un segundo que parece dilatarse, me mira y vuelve a escribir. Y eso solo logra generar más dudas en mi ser, dudas que no me inquietan pero me mantienen vivo... Pienso un poco, entre el viento de las 3 y el de las 3 y un minuto, en lo misteriosa que es la vida y antes de poder responderme es demasiado tarde para irme y sencillamente me levanto de la banca y marcho nupcialmente lejos de Ella que no se a percatado que me marcho para nunca volver a verla.

Y entonces me pregunto si me he enamorado, pero recuerdo que mi corazón esta capturado en la sonrisa de ese hombre, o en los ojos azules de ese otro... Y sencillamente lo sé, Sé que no estoy enamorado, que todo esto es sencillamente curiosidad.

AL HMV


No llegarás ¿Verdad? 

Es por eso que todos te ocultan, te dan plazo, me detienen, quieren calmar estas ansias. Ahora lo sé, no llegarás, me dejarás morir solo...

Justo cuando creí que podía imaginarte sosteniendo mi mano, cuando creí que la felicidad estaba al alcance de un suspiro, a la vuelta de la esquina. Ahora que todo parecía esclarecerse has decidido no venir. No llegarás nunca, me mantendrás en la maldita espera y tu, sin embargo, nunca llegarás.

Tu siempre tan prometido, el más añorado y decides no llegar... ésta bien, déjame solo, no prometo la vida...



SE LLAMARÁ AUSENCIA


POR: Daniela Herrera y Alejandro Higuera

Estaré en el lugar oscuro de tu almohada
Donde tu aroma descansa
Y tu silencio se gesticula
En cada sombra oculta de tu ausencia,
Esa ausencia que se desploma en el rímel que olvidaste.

No te vayas, porque solo quedará tu recuerdo
Y tu recuerdo no se asemeja, ni se compara, con tu presencia
No te vayas, porque tendré que dormir aquí
Aquí donde amé, lloré, y burle tu encanto, con otra mujer.

Pero sabes... ¡Mejor vete!
Despréciame y olvídame
Vete antes de que mi ser se apropie del trabajo de recordarte
De apreciarte y contemplarte tal y como no fuiste, ni serás
Pero ten presente que estaré ahí siempre, en el lado oscuro de tu almohada

Diálogo

Lo Juro.
No jure.
Pero lo juro.
No se puede jurar un sentimiento.
Si se puede.
Pues no.
Lo juro, lo amo.
No lo jure.
Lo amo... ¿A secas?
¡A secas! Así.
No me gusta, es muy simple.
Entonces júrelo.
Ya no quiero.
¿A secas?
Es mejor, creo...
¡Mejor júralo!
¿Y lo grito?
¡GRÍTALO!
¡LO AMO! Lo juro.
Mejor júraselo cuando lo tengas en frente.
Entonces... ¿Lo amo?
Creo...
¡LO AMO!

...

¿Lo has visto?
No
Acaba de pasar.
¿Te ha escuchado?
No creo. Ojalá
Has perdido la cabeza por ese hombre.
Totalmente.
¿¡Te atreves a aceptarlo?!
Sin temor, así debe ser el amor.
Eso es obsesión.
No, es amor.
¿Te ha escuchado?
No creo, pero me ha mirado.
¿Sonrío?
No lo se
¿Por qué no te mueres por él?
Porque tu eres el que esta enamorado
Pero es perfecto ¿No?
Para ti.
Claro tu andas enamorado de aquella.
¿Aquella?
Si, ella.
La tratas como si fuese un animal o una cosa.
Lo siento.
él no es mas que ella.
él no puede ser comparado.
Ella tampoco.
¿La amas?
Como tu a él.

...

Acaba de pasar.
¿¡Él!?
No.
¿Quién?
Ella.
Ves como se te agudiza la voz.
¿De qué hablas?
De comos e te pierde la mirada.
No comprendo.
Estás enamorado ¿No lo entiendes?
Creía que eso ya era de conocimiento público.

DESPEDIDA


Vi como tu silueta desaparecía de mis sueños.

Yo no quería que se fuera, pero ahí estaba, alejándose. Tu insistías, siempre lo quisiste de esa manera.

Acepto que tal vez sufro por gusto, porque siempre fui terco y ciego, nunca quise ver quien eras en realidad, dejaba que mi imaginación te disfrazará con los trajes del hombre perfecto, dejaba que mi imaginación nos envolviera en una fantasía solo existente en mi profana mente, en mi lejana existencia, en este silencio imperturbable.

Y no quise nunca que te fueras de mis sueños, pues tu eras el único que los pintaba de mil colores, los llenaba de emociones, los refundía entre suspiros y eufória...Ahora, sin miedo, la esperanza se marchita, los sueños caen y el alma llora, se desnuda...

Quisiera tener la oportunidad de decirte cuanto te amo, quisiera poder hacer tantas cosas... Pero ya no hay tiempo, las cosas están hechas, el punto final en esta historia se había extendido lo suficiente como para dejar una línea para completar los indicios de una última palabra que jamás llego. Fue entonces cuando comprendí que necesitaba un punto, que necesitaba dejarte marchar, soltar sin miedo tu mano de seda y correr en dirección contraría, sin miedo, esperando que el destino no jugará en mi contra para volverte a ver y volver a caer a tus pies, con los ojos llenos de lágrimas y el corazón acongojado, esperaba no volverte a ver para no tener que caer ante los delirios de las pasiones que me produces, esperaba no verte más para no enamorarme de nuevo de tu tierna sonrisa, de tus dulces ojos, de tu insesante caminar y de tu mano de seda que nunca tocaré...

Y ahora, sin miedo, te dejaré marchar.

Nunca dejaré de amarte, aún después de saber que lo nuestro es más que imposible, nunca, pues me hes imposible arrancar este sentimiento de mi ser...

ESCAPA DE TI


Juan Jo, jamás lograrás dimensionar lo mucho que te amo. Nunca lograrás entender este silenciosos parloteo de miradas. Parece que no entenderás nunca está sonrisa estúpida que aveces huye de mis labios. Creo que el problema es, y siempre ha sido, tu incapacidad de amar. Estoy por pensar que los sentimientos son algo que escapa de tu entendimiento...Tu tan númerico, tan sistemático, tan poco abstracto...

No diré que te odio porque no quiero sentirme de esa modo, pero ojalá no tenga que volver a verte, ojalá, para no tener que amarte, para no seguir luchando con tu ausencia en esta tarde gris, en este dolor en el pecho... Aveces te amo y logro perderme en ti. A ratos te odio y no deseo verte ni un segundo, ni un minuto, ni una de tus malditas horas.

CANTO DESESPERADO

I

Juan Jo
¿Volverás con mi ilusión cada vez que te veo o me dejarás muriendo?
Entiende que Te amo de una manera inexplicable, y es que
En efecto no tengo argumentos lógicos,
Ni siquiera improvisados
Para fundamentar este amor que siento por ti,
Que surgió misteriosamente de la nada
Y que no ha resuelto mágicamente nada.

De otra. Será para otra el amor que guardas
Tu voz, tu cuerpo claro, tus ojos infinitos.
De otra. Será de otra.

II

Todos los días te quiero y te odio irremediablemente.
Hay horas, en que no te conozco.
En que me eres ajeno.

Pero siempre, quiero, arrebatadoramente,
Mirarte
Aprender como sos, para poder
Quererte como sos

Por eso estaré donde menos
Me esperes y sin embargo, estaré…

Estaré para proponerte construir
Un nuevo canal que,
Sin excusas comunique por fin
tu mirada
Pacífica
Con mi natural
Atlántico.

III

Creo que ellos tienen razón,
La culpa es de uno cuando no enamora
Y no de los pretextos
Ni del tiempo, que siempre nos pide que aguardemos a un futuro que nos es incierto.



IV

Me enfrentaba al espejo
Y fue implacable,
Como vos.

Más no fue tierno, como tu caminar,
O como tu sonrisa tímida,
Esa que te empeñas en ocultar;
O esa risa estruendosa,
Esa que no temes en demostrar.

¿Sabe algo Juan Jo?
Es tan lindo
Saber que usted existe
Uno se siente vivo, con solo mirarlo.

Por ahora me dejas solo
Francamente
Solo…

Y, a pesar de todo, siempre cuesta un poquito
Empezar a sentirse desgraciado

V

Ahora tengo miedo de verte
Aún existe la necesidad de verte
Y esa loca esperanza de verte
Siempre con la preocupación de hallarte
Por la certidumbre o la costumbre.

Resumiendo
Me tenés jodido
Y radiante
Quizá más lo primero
Que lo segundo.

Porque te tengo y no,
Porque te pienso cada hora,
Minuto,
Y perdido segundo.

Ahora vienes a recoger tu imagen,
Más lo que no sabes es que eres mejor que todas tus imágenes
Porque eres lindo desde el pie hasta el alma
Porque tú siempre existes dondequiera
Pero existes mejor donde te quiero,
En mi mente, en mi imaginación, donde los dos somos y no.


VI

No creo que vengas, lo sé,

Sé que no vendrás
Lo supe en el momento en que te ví,
En ese momento en el que capturaste mi corazón y mis sueños para siempre.

Y quiero que sepas que nunca soñé con quererte,
Ni con sentirme así.
Pero ahora que reconozco la imposibilidad de lo nuestro
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eras tú.
Y no estás aquí.
¿Por qué todas las noches me torturo pensando en ti?
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
Sin tu presencia, con tu ausencia.
¿Por qué no solo?...
¿Por qué contigo?