Sin Título


Y ahora que te veo, con la desdicha infinita, solo logro evadir, momentáneamente, la nostalgia. Sumiéndome, con premura, en la ilusión infinita de ver tu perfecta desnudez desfilar por los rincones de ésta casa vacía y solitaria. Me susurras tiernamente el recuerdo de oír tus pies descalzos rozar con la rústica madera. Y lo logro por un instante, olvidarme de tus manías y tus artimañas, llorando otra vez tus besos, ahogando claramente los suspiros, sintiéndote cerrar la puerta y devolverte a la naturaleza que te aclama pero que no desespera al verte ahí parado, desnudo, con la mascara de la actuación divina, con esa belleza tuya que se escapa por los poros de tu piel. 

Te veo irte por la puerta de atrás, sin despedirte, sin largarte, finalmente quedándote tirado sin cansancio entre el pasto naranja que crece salvajemente alrededor de tus risas sin sentido. Ignoras, con sentido, mi presencia, en esta casa dispuesta para que nuestras almas se encuentre en cada sillón, en cada espejo, en cada esquina. Te veo con la finita alegría dibujada en el rostro y envidio cada uno de tus ninfáticos movimientos. 

La lluvia no tarda en aparecer... Y llueve mientras tu cuerpo empieza a mojarse con tranquilidad y tu sexo siente las gotas y no puede evitar erguirse, provocando a mis sentidos, que te observan tras el cristal, una sed de sentirte nuevamente mio, como nunca lo has sido, de sentirte dentro, como nunca has estado. Te miras sin pena el miembro en equilibrio, te tocas sin reincor y con falta de remordimiento sustancial, ni espiritual. Empaño el vidrio tras un grito que ha salido de desgarrar mis propias entrañas, lo escuchas, nuestros ojos se miran y perciben nuestra desnudez, miramos nuestras almas expuestas, nuestros miembros erectos, nuestra virilidad al brote y me ignoras nuevamente. Te tocas con mayor fuerza, con menor delicadeza, pasas por tus duros pezones, acaricias la areola, te muerdes los labios, sé que sientes placer, me pierdo en los ojos que ahora tornas blancos... La lluvia te tiene empapado y no deseas secarte, una mano se pierde en tu entrepierna y no puedo evitar empañar de nuevo el vidrio. 

Sonríes al cielo como agradeciendo a alguien la existencia de la lluvia. Yo sonrió a tu figura pues es la única que ha ocasionado este placer tan sencillo, momentáneo y cálido. Deslizas tus manos por todo tu pecho, me miras de nuevo para ver si sigo ahí mirándote y al descubrirme vuelves a sonreír. 

Abro la puerta y te invito a entrar, me ignoras, me invitas tu a acostarme a tu lado, con el sonido grave de tu voz no hay ser de la naturaleza que logre resistirse, corro con mi amorfa desnudez al encuentro de tu piel húmeda, me recuesto en tu pecho, te abrazo sutilmente, descanso al sentir el tacto suave de tu piel, me acerco a tu pezón, reconozco la aureola, disfruto de la vista de tu sexo erecto que parece apuntarme sin miedo y quiero volver a sentirte y no me aguanto, salto a que nuestros pechos se toquen, a que nuestros labios se encuentren en este sin sentido, en este vació lleno de placer, colocó mis glúteos abrazando a tu miembro, beso tus labios suavemente y descubro en ellos el sabor natural de las gotas de agua, y me deslizo por tu cuerpo hasta sentirte dentro, hasta sentirte mio. Gritas y blanqueas los ojos, y nuestro grito es uno solo, y somos uno solo...

Luego todo parece detenerse, las gotas dejan de caer, el cielo se vuelve claro y nuestras pieles siguen sedientas del otro y no nos detenemos, nos amamos. 

Dejas en mi el más bello de los recuerdos, el más viscoso de todos esos, el que nunca se irá, el que quedará, el que nos unirá en este ritual mágico, hermoso. Luego solo te alejas, te pierdes en la infinidad de la casa y me dejas viendo como vuelve a llover sobre mi cuerpo exhausto, sobre mi humanidad desvirgada, sobre mi todo tan nada y mi nada tan tuya. 

Espero a que vuelvas, a que me llames dentro, pero has desaparecido con tu perfecta desnudez, con tu inigualable caminar, con tu alegría, con nuestra desdicha y quiero morir, pero más que eso, encontrarme de nuevo con tu alma encerrada en nuestras cuatro paredes. No quiero pierdete lejos de esta casa. Pero te veo irte lejos de mi alma, lejos de la acogida de nuestros cuerpos y de tu anatomía, lejos de todo rasgo de erotismo, caemos en una depresión sexual, en un sentido de vacío, en este sin sabor que sabe tan bien tras tu partida, en esta necesidad de carne que ya no existe más, que nos ama menos. 


LUNES


Intento huir, a diario de tu recuerdo, de tu perfección, de tu ser, gracias a dios has decidido desparecer de mi vista, olvidarte de mi y de los juegos que antes nos entretenían a ambos. Pero el destino parece seguir queriendo jugar con nosotros... me trae el amarillo, me trae tantas cosas que solo relaciono con tu jodido nombre de mierda, con tu rostro hermoso, con tu cuerpo hermoso....

No es culpa tuya, es culpa mía por hacer que tantas cosas llenaran este vació que has dejado en mi. 

CIERRATE


Debiste decírmelo en cuanto lo supiste, ahora ya es tarde para ambos. Digo para mi porque ya me encuentro fuera de esta burbuja y tengo que ver todo con los ojos vendados y llorar en silencio para que no me absorban las masas inmundas de rostros tontos y sentimientos vacíos. Digo para ti porque a pesar de todo tendrás que verme a mi caminando e ignorando que me suceden cosas, me verás y no podrás sentir que existe algo aunque estos lazos malditos nos aten a un destino irreal. 

Nunca te dejaré pues creo que este sentimiento solo crece infinitamente y parece que nunca podré dejar morir tu recuerdo, tus historias, tus besos... Y es que si tengo que decirlo, lo diré, no quiero tampoco perderte. Cada noche susurro a mi cama las mil historias que vivimos entre silencios, cada noche las sabanas arrullan mi llanto mientras perfora duramente tu ausencia. Quisiera poder perderme en otros rostros como me he perdido en el tuyo, pero me resulta imposible, pues no hay alguno que se te comparé o otros que te superen o muchos que me hagan desestimarte... Tu perfección no es más que esa cosa que escapa de la palabra para hacerla volar y perderla en la plenitud del sentimiento que ocasiona. 

Ojalá seas tu el que me deje un día, el que me abandone y se lleve consigo todos los recuerdos. Marchita los besos, quema los llantos y enloquece la cordura de este sentimiento. Ojalá un día tengas el valor para salir de la burbuja y verme con otros ojos, ojalá el valor también te alcance para dejarme tirado a  la vera de este rió que con sus aguas me llenará de júbilo y patrañas. Mejor se tú el que acabe con esta historia de insignificantes suspiros. Se tu quién deje de mirarme, quien deje de amarme, quien se pierda en la sombra y se incorporé a la masa estúpida de imbéciles que hablan y suspiran creyéndose el amor que no poseen. 

Debes decirlo ahora, ahora que mi alma esta en silencio y no pronuncia tu nombre, ahora que mi cuerpo reposa y no espera nada... Para que venga como un abatimiento, para que destruya los tejidos tontos y débiles de mi corazón, para que me mates de una vez, para que ya nunca más pueda volver a verte, sentir tenerte, rezar por amarte y vivir de esta maldita suspiradera a la almohada, esta maldita abrazadera de las sabanas que has dejado con tu olor y que has olvidado limpiar antes de marcharte para saber que volveríamos a vernos y que el destino seguiría con su maldito juego sobre nosotros. 

Pero no te vayas pronto, pero ojalá lo hagas sin dudas y con fuerza, ojalá me dejes tieso, ojalá no me hables nunca, pero que lindo que seas tu el que lo diga y que hermoso es saber que ya no te tengo aunque cada mañana te sienta más tuyo que mio y más mio que tuyo... Y vuela lejos y encuentra un hogar donde los nidos no se llamen nidos y los pájaros ya no hayan de volar nunca más. Vuela y huye, ten el valor de hacerlo, la valentía de hacerlo, el coraje de hacerlo sin silencio, con estruendo, para que mi corazón te oiga y se olvide de que existes, para que mi mente no siga soñando con tu cuerpo desnudo sobre mis sabanas blancas, para que tu vivas sanamente tu vida y yo agonice la poca que me queda.

Algo me dice, quizás son los latidos leves, que este no es el último escrito, no es el último capítulo, no es la última sonrisa, ni la primera mirada, ni el primer amor, ni el último, ni la más esquizofrenica de  todas las palabras, ni la más sana de todas las despedidas... Pero es, y lo digo con sinceridad, lo mejor.

EL TREN


El sentimiento crece sin temor a expandirse o inundarme súbitamente, es como un tren, que sin frenos, se aproxima, se acelera a la temible aparición del sentimiento que me sumirá de nuevo en angustia, en esta agónica tristeza que solo tu comprendes cuando me conscientes en sueños. 

Solo fue verte para que el sentimiento se sintiera libre de crecer. Creo que no es culpa de tu belleza, es más bien culpa de tu ausencia, del tiempo que mis ojos han pasado sin ver, ni de reojo, tu figura. Pues eso es, por que has hecho que crezca este deseo, me has envenenado los ojos con una necesidad absurda de verte sin tenerte, y luego cuando planeas no ausentarte más, apareces para que te siga amando en silencio, te siga guardando mis sentimientos, te siga enviando rosas envueltas en versos. 

Desaparece. Sin razón, dejando tras de si una estela de dolor, unos pétalos marchitos, unas espinas punzantes, una espiga penetrante. 

Sé, que al final, este tren chocará, como ha pasado siempre desde que se fundieron los rieles de a depresión. Chocará; el incendió que se produzca desatará un par de lágrimas, quemará todo a su paso, ennegrecerá uno a uno todos los rincones de mi alma... Pero ¡Maldito sea el tren! Porque lo quemará todo y me dañará todo, pero tu recuerdo seguirá intacto y el tren tarde o temprano se reparará. No se cansará de parecer sin frenos o de chocar contra mi alma.

Y mientras espero a que choque, mientras se acerca el final inevitable de esta historia cíclica, la historia del final conocido y mil veces repetido... Te veo, te miro, te adoro... Busco acelerar el sentimiento, para que inunde mi ser, para que me suma de una vez en esta tristeza que se avecina. Te veo haciendome daño sin siquiera tocarme, sin siquiera mirarme, sin siquiera... Silenciosos, muero, agonizo con cada cruzar de ojos, con el terrible suspirar de tu risa...

Esto no es más que un masoquismo que no deseo, pero quiero y necesito, eres mi morfina lo que me aleja de la cotidianidad, la morfina que me adormece y me hace vivir, morfina que llena de carbón las calderas de este tren que ya desfila acelerado, con rapidez a su nuevo choque. 
  

NO HARÉ


No lo haría. Pero verte es una aventura, no por el simple hecho de admirarte, es porque es hermoso imaginarte y mucho más alegre imaginarnos. 

Lo sé, es extraño ¿Cómo enamorarme de alguien a quien no conozco, con quien he cruzado escasas palabras? Si, yo también a veces me lo pregunto, pero la respuesta viene más rápido, y es que no puedo más que lamentar el hecho de que donde mandan los sentimientos y los gustos, no manda la razón. 

Verte me ayuda a pintar mis días de emoción, de un rosa candente, un rosa colosal, de una falsa alegría, de una tonta y hermosa gravedad. 

Y si pudiera te amaría con más ganas, te desearía con más tiempo, te esperaría con más ansias, me moriría sin menos remordimiento... Pero te alejas, me alejo, nos acercamos a este destino que urge en desatarnos. Y quiero, quizás por momentos buscarte entre sueños y huirte entre lamentos. 


NUNCA ACABAR


Me siento como un imbécil volviendo, otra vez, al maldito recuerdo que representas y que no dejas extinguir, por más lluvia que caiga para lavar el sentimiento, por más soles que pasen para alumbrar tu figura, por más lunas que se hayan de parir del destello de tus ojos y tu tonta sonrisa de media cara.

Esto no es más que un vaivén de pensamientos inútiles, una huracanada de sentimientos tormentosos que lloran mares de sangre y derraman uno a uno los sentimientos desperdiciados, desgastados... Sentimientos que, aunque ya no ignoras, les temes, les huyes, no les das acogida perfecta ni recinto acogedor en tu dulce y hermosa morada.

Pero no dejes nunca de mirarme, ni dejes de exhalar tu aire, déjalo escapar de lo más hondo de tu ser pues será lo único que busque, lo único que tu cuerpo sagrado sepa regalar a este inmundo pordiosero que solo mendiga tus miradas, que solo se arrastra tras tus sonrisas...

Dame tu aire lentamente para incorporarlo en mi cuerpo, para sentirme tuyo, para sentir que somos parte del otro, que puedo guardar una esperanza inexistente y seguir soñando con las cotidianidades de nuestros encuentros.


DEPENDENCIA


Amarte se ha convertido en mi única tarea, el único motivo por el que sigo queriendo respirar. Dependo de ti, de tus miradas que muchas veces  están llenas de odio o incomprensión. Quiero deslizarme por la curva de tus labios y descubrir en ellos la sonrisa perfecta, la luz de cada día, el aliento que no sofoca sino que llena y alimenta mi ser. Quiero tocar y contemplar todo el tiempo el lunar que tienes atravesado en el cuello, pues me tiene entre versado al verte y encuentado al no tenerte...

Quiero tanto. 
Espero tanto.

Espero tanto que no me queda más que imaginar. 

DANZA MUDA


Nunca nos imagine sentados en la misma banca, bajo el mismo cielo, con la misma luz brillante emanando de nuestros ojos como destellos de amor o locura. Mi mano busca- sin rapidez, con seguridad- tu mano suave, tu tacto dulce. También te deslizas- sin cuidado, con ansiedad- hacia mi mano. Buscamos tontamente decirnos con las manos mudas lo que los pensamientos gritan y, los labios sedientos y las lenguas húmedas , callan.

Dejas escapar una risita pues has espiado, por el rabillo del ojo, la magistral danza de los entes mudos que buscan amarse, pero que ahora están inquietamente inmóviles al ser cogidas en el acto.  El atardecer permite que tu mágica sonrisa muestre su hechizo y me tenga entre sus brazos y me arrulle los pesares, para que quede despierta toda mi alegría. 

Que bueno que es amarte. 
Que bueno que podamos encontrarnos a diario en esta banca de mis sueños, en este rincón perdido de mi imaginación. Y más bueno es que aquí me busques tanto como yo a ti y me correspondas más que yo a ti.

COMPRENDE


No se trata solamente
de vivir los dos cual enamorados
o románticos
o patéticos bohemios.

Es algo más profundo,
más confuso,
menos nostálgico,
llamado a la cordura tímida
y ésta desesperación tácita.

Es el vivir respirando tu perfume
en vez de aire.

Pero no se trata solamente
de ver los te amo huir bajo la nevera
o tras la alacena,
ni de calentar los besos en el horno
o preparar la mesa con te quieros, manteles y velas.

No.
Se trata de algo más,
algo que yo no entiendo
algo que tu no comprendes
algo que nos inunda y abarca, que nos envuelve
es ese algo infinito que escapa de las letras,
las palabras,
los diccionarios
e incluso el abecedario.

Es esa palabra que nunca encaja en el crucigrama del domingo.
Es esa timidez tonta de las palabras en fuga
cuando la mirada candente y el oficio ausente.

No es solamente reir,
ni mucho menos pienses en las sonrisas.

Es algo más impuro.
Triste.
Soez.
Escalofriante.
Es algo que no lo es.

Se trata más de la aventura
tal vez el placer
quizás la dicha
o los versos y libros que dejamos encerrados
allá, en la biblioteca.

¡Olvidalo!
Es ininteligible
pues es más que sílabas,
que versos,
que palabras,
que poemas
o composiciones tuyas
cuando el piano es negro y la noche es roja.

No se trata solamente,
de este sentimiento impuro,
no es solo el roce mágico,
o los labios cálidos y salvajes
o las miradas frias y rugosas
o los brazos tristes.

Es tan mio que es tuyo
tan tuyo que es mio
pero tan burdo que es nuestro.


A UN CONOCIDO


Mira, las cosas son así de sencillas y remotamente confusas y, quizás, un poco complejas. La gente tiene razón uno no se puede enamorar de alguien a quién no conoce. Mírate no más, has abierto la boca para contarme un poco de tu vida y descubierto que tu fachada de bohemio no es mas que eso, una fachada mal trecha. 

Has quedado al descubierto, por fin muestras lo imbécil que eres, lo vano y superficial. Vaya tristeza tan profunda la que me genera verte...

¿No te gusta la noche? ¿Qué haces cuando te sientes solo? No me digas que no te gusta sentirte acompañado de la voz de un poeta bajo la luz de la luna, o caminar para leer a las personas que pasan desapercibidas... Entonces ¿Para qué tu gorro? Ese de Neruda... eres un tonto, tu cara lo decía y esos ojos que abres a punto de que se te caigan de las cuencas ¿Cómo no pude darme cuenta antes de lo estúpido que parecías? 

¿No te gusta caminar? Con razón la gordura ya te ha tocado hasta el dedo meñique del pie, con razón te cansas tan rápido cuando tiras, con razón te embriagas tan fácil y caes en la lujuría sin premura... Ahora solo me produce asco saber que eres todo lo contrario a lo que siempre imagine, no eres más que uno más, otro del montón, otro que se suma a la lista de errores que nunca debí cometer... Y pensar que nos soñaba juntos, que imbécil he sido. 

¿Buscabas impresionarme? Mejor lárgate y déjame en paz.  

ALFABETO ¿Incompleto?

Pero es que ya nunca más Amarte
ni tiernamente Besarte,
ni locamente Comerte.

Solamente Decirte
Degollarte,
  poner tu cabeza como el mejor trofeo...
Desangrarte,
  beberme sin asco cada gota de tu divina sangre...

Es curioso que todas las cosas que se me vienen a la mente empiecen por D. 

pero déjame tontamente Endulzarte,
 mandarte a la Felicidad, 
caer en los vicios de los Gustos.

Hoy,
con los ojos Inundados
y la visión en la Jerga,
no pienso más en  K... y me tienes pa ti.

Lentamente,
Medito
las Nulas condiciones
de nuestro Ocio 
como verte tan Perfecto.

¿Quién diría?
que un Rostro
lograría Soltarme, 
Tocarme. 

Ultimamente ya no quiero pensar en ti, 
ni Verte con timidez...

Me agarra el descaro, sucumbo en la muerte.
Tu muerte.

HAS SIDO SABIO


Muchas veces sueño con tenerte.
Más,  sin mucha alegría, reconozco
que si yo fuera para ti
 y tu para mi,
nos la pasaríamos
sumidos en la tristeza de la ternura,
en el apego infinito
en las noches largas tras el teléfono
 y el colgar infinito de tu mano afable...

Has sido sabio...

¿Te imaginas los dos bajo el muérdago?
¿Te imaginas dándonos besos como si fueran oxigeno?
¿Regalándonos abrazos?

Pues yo no.
No me soportaría a mi mismo,
ni a la infantil idea de vivir de tus sonrisas.

Has sido sabio...

Nada alcahueta.

Demasiado cauto...

Y aún así en las noches añoro tu cuerpo,
duro y cálido rodeando al mio
sueño con los besos
sueño con tu voz.

Alimentas en silencio mi desesperación
     mi desmotivación no apaciguas,
mis llantos no cesan,
mis cantos no paran.

Sin mucha alegría reconozco
que lo mejor ha sido lo que ya se ha hecho...
   
 Repartir amargamente los caminos,
dividir  suavemente los destinos,
no enlazar ni ensalsar  la esperanza,
 y echar a volar la dulce ilusión.

Y ahora solo sueño,
sueño que te tengo entre las sabanas y los suspiros
imagino que te abrazo en un viento frio
pienso que te tengo al alcance de mi mano.




PALABRAS


Dime tímidamente algo.

No sigas rasguñando,
toscamente, mi alma.

Porque te veo y quiero gritar "Amor"
porque te miro y deseo
porque me veo, en el espejo maldito, 
y muero.

Quiero mirarte y poder decir "Amor"
pero dime algo
mágicamente,
imperfectamente, 
marginálmente...
Dime algo que enloquezca mis sentidos
que haga llorar una a una todas mis alegrías.

Dí algo triste
algo sagrado
algo impuro
algo tuyo. 

Pero dime algo y no te quedes.
Nunca más te ates al silencio 
nunca más en la eternidad. 

Quizás se te escape el porque,
se escabulla el cuando 
y termines dándome una razón. 

Tal vez   no vuelva a verte,
tal vez huya al tenerte
y seguramente nunca podre volver a sentirte.
Sentirte como quien siente su alma,
como quien escucha su galopante corazón.





DIÁLOGO


- Adelante, puedes disparar, al fin y al cabo solo será otra vida que se perderá.
- No lo comprendes, ¿Verdad?
- ¿Qué debo comprender?- siguió el sonido de los pasos en la oscuridad, de repente sintió en su oído una respiración honda y cálida.
- No eres solo una vida.- dijo casi en un susurro- Ahora dime ¿Dónde lo ocultas?
- Los secretos yacen ya en el fondo de mi ser.
- ¿Qué quieres decir?- dijo alejándose del hombre con la venda en los ojos.
- Me he preparado para morir, los asuntos de los vivos ya no me apetecen.
- ¡Conmigo no te hagas el boludo! ¡No vengas con tus charlatanerías de poeta frustrado!
- Respondo lo que has preguntado.
- ¿Dónde está?
- Lo he olvidado.
- Solo me dejas una opción...
- ¿Matarme? Adelante, puedes disparar.
- ¿Quién iba a pensar que saldrías tan mártir?
- Solo te pido que acabes con este suspenso.
- ¿Suspenso? ¡Cierra tu puta boca! - se sentó enfrente del hombre vendado- Dime ¿Dónde putas está?
- El conocimiento no es material, no se le puede esconder entre las sabanas o amarrado a las cortinas.
- Sabes muy bien de quien hablo.
- Me tienes anonadado con tu insistencia. ¿Qué horas son?
- Casi las 12.
- ¿Es de noche?
- Claro.
- Él ya debió irse.
- ¿A dónde?
- No lo sé, solía tener viajes sin regreso.
- ¿Y cómo se encontraban?
- El destino, siempre nos juntaba.
- ¡Hijo de puta! Me tenés harto con tus cuentos raros y tus creencias tontas.
- No me crea, me da igual. Hágame un favor, dispareme.
- Antes tengo que saber dónde está.
- No le puedo decir, suficiente daño habrá hecho este muerto a la humanidad para tener que condenar a quien lo amo sin medida y comprendió sin pereques.
- Usted no es poeta, lo que es es un maricón de quinta.
- ¿Y por qué no me ha violado? ¿O es qué cree que yo no sé quién es usted?
- Usted no me interesa, su existencia me vale culo.
- Culos como los que le gusta violar.
- Yo no violo a nadie.
- Querés a la gente de manera ruda.- dijo con sarcasmo.
- Vos te callas la boquita o te...
- Ya le dije que no me amenace con la muerte que no le tengo miedo a esa huesuda.
- Te vas a ganar esta puta bala, me dan ganas de metérsela puel orto.
- ¿Qué tal que se sienta placer? Mejor métamela en la boca o escúpame esa mierda en un ojo, con eso me muero facilito.
- ¡Respondame ya! ¿A dónde se fue?
- ¿Y si no le respondo? Igual me va a matar.
-Maricón, dígame  ¡¿Dónde lo escondió?!
- Yo no sé donde se haya metido ese man.
- ¿Se fue del país?
- A lo mejor, ese siempre estuvo obsesionado con Italia.
- ¿Italia?
- Pregúntele usted a él cuando lo encuentre.
- ¿Usted no sabe? Los más íntimos y no sabe eso... interesante.
- Él y yo no pasamos de tener un par de polvos y unos cuantos cafés, no me arme novelas que me gustaría vivir.
- ¿La tenía grande?
- A mi eso nunca me intereso ¿A usted le importa?
- Siempre me lo quise comer.
- Que asco usted, siempre acosándolo ¿No le da mamera? Siempre detrás del mismo man, toda su vida y no se dió la oportunidad de querer a otros.
- ¿Cuáles otros? ¿De qué habla?
- Los otros. Usted sabe no se haga el pendejo.
- ¡Bueno! Cuidadito como me habla gran gûevon.
- Bueno ya le dije, búsquelo en Italia, a lo mejor se fue con su amigo de negocios pa no tener que pagar seguridad extra.
- Usted me creyó gûevón a mi, me vio cara de marica.
- Verlo, verlo, nunca. Y pues marica, marica si es.
- Callese.
- Pero quien lo entiende, que si hablo malo y si no....
- ¿Qué se calle?
- ¿Fue qué ya vino a rescatarme o qué?-susurra.
- Usted está loco.
- ¡¿ENTONCES PA QUÉ ME CALLA?!
- Pa que no hable tantas barrabasadas que me tiene harto.
- Usted el acosador número uno y no sabe a dónde se fue ahora.
- Usted era el que se lo tiraba, debería cuidar más ese pene.
- ¿A es qué usted cree que yo solo me lo tiraba a él? Además ¿De qué me sirve cuidar algo que ya no voy a tener?
- Mire, lo dejo vivo si me dice dónde coños se metió ese cabrón.
- A mi no me interesa quedar vivo, ya me preparé para morir y ya le dije que no sé.
- Haber le digo continentes y usted me dice si en alguno de esos está.
- Si con eso acabamos este jueguito pues hágale.
- Europa... América... Asía... Oceanía... África.
- ¡Ese! ¡Ese!
- ¿África?
- Le gustaban los negros como yo, lo ponían cachondo.- le propinan una bofetada.
- ¡Póngase serio!
- Entonces sos blanco.
- No es el tema.
- A él le gustaban las vergas grandes.
- Con usted no se va a poder... ¿Dígame tenía otros amantes?
- Que yo sepa, si. Pero todos están en el hospital o en su defecto muertos.
- ¿Por su culpa?
- Si, ese siempre nos mataba a los que enamoraba.
- Jueputa usted si...¿Por qué en el hospital?
- Siempre hay que hacerse de vez en cuando un retoque en el ano.
- ¡No me lo soporto más!
- ¡Máteme!
- Si, maricón lo que tu digas... No lo pienso matar.
- Ya busco en la finca de él.
- Ya la quemamos.
- Malditos... Bien linda que era esa casa, las sabanas de seda y levantarse con los primeros rayos del sol y ver esas hectáreas de bananos...
- Ya no hay nada, todo lo quemamos.
-Ya sé, solo recordaba, no sufro de problemas auditivos como usted.
- ¡Respéteme! ¿O se le olvida?- roza el arma por el cachete del vendado.
- Marica que no el tengo miedo ¿No entiende?
- ¿Usted de qué vivía?
- Él me mantenía. Desde la U siempre me mantuvo.
- ¿Lo amaba?
- Yo lo quería, nunca lo ame pues nunca me amo tampoco.
-¿Sabe si amo a alguien?
- A usted seguro no. Siempre tuvo un man en el corazón.
- ¿Y?...
-Nada, él man no lo amaba a él.
- Que pendejada la del amor ¿No?
- Es una cosa linda, pero la estrategía pa pasarla bueno es no enamorarse.
- ¿Amor sin amor?
- No sea tonto, yo hablo de pasión, sexo.... A verdad que eres virgen.
- ¿Virgen? Me he acostado con más manes de los que me gustaría reconocer.
- Basura.
- No el tengo que probar nada.
- No lo haga, igual me voy a morir que me interesa.
-¿Se va a callar todo el día el paradero de ese imbécil?
- Tal vez si, tal vez no... Todo depende de que obtenga a cambio.
- ¿Quiere qué se la mame?
- No, usted debe tener sida.- otra bofetada.
- ¿Y si le doy palo?
- No, eso no me gusta, a menos que me desvende y me suelte las manos.
- Me creyó gûevón.
- Pues es que eso del sado y de andar atado no me gusta, mejor libre pa que pueda hacer más cosas.
- ¿Quiere o no?
- Mejor no, lo recordaría a él.
- ¿Tan bien lo hacia el hijo de puta?
- Bien, es un adjetivo que le queda corto.
- Esto no lleva a ningún lado.
- Lo sé, hace rato debí matarlo, pero se ve tan lindo atado.
- ¿Se embobo? No se enamoré de mi.
- Lo bueno es que así le puedo hacer cositas y usted no puede hacer nada.
- Que grotezco y niega ser violador.
- ¿Qué quiere a cambio?
- ¿A cambio de qué?
- Pues de la información del paradero de ese marica.
- La verdad nada, nada me llevaré a la muerte.
- No lo voy a matar, sabe, ahora lo dejaré aquí.
- ¿Sólo? ¿No le da miedo qué encuentre la manera de escaparme?
- La puerta solo cierra de afuera, no hay ventanas ni nada afilado con lo que pueda hacerse daño o desatarse. Tiene dos opciones, o me dice el paradero del tipo o lo encierro y espera a que se muera.
- Prefiero esperar., puedes retirarte.
-Maldito burgues, yo no soy su sirvienta.- le propina una nueva bofetada.
- ¿Y a mi qué me importa? Podría ser mi puta, como me lo propuso hace menos de una hora...

Voz de radiotelefono << Deje de perder el tiempo con ese marica, ya encontramos al man>>

- Adios.
- ¿No me matará?
- No, puedo dejarlo aquí, morira lenta y dolorosamente, además de solo...
-¡HIJO DE PUTA! MATEME
- Bye- se cierra la puerta.







DESAPARECER


Deseo perderme
pero más, perderte.

En este infinito bosque
entre las figuras perfectas
entre todo lo que uno a uno develan tus encantos.

Deseo perderme
pero más, perderte. 

Como el ruiseñor
me poso
canto melancolías.

También quiero,
sentado aquí a tu lado, 
verte ir. 

Entre las hojas rojas
las naranjas 
y las amarillas
en aquellos brazos que te rodean como ninfas.

Desaparece, 
no me sentiría tan solitario, 
no te tendría que describir entre las piedras, 
no tendría que dibujarte en el viento. 

Las nubes pasan de apares, 
alegres, 
Sucitando melodías
que en solitario no comprendo. 

Siento que vivo
a la orilla de un rio. 

Ya nunca más con el rio, 
con su hermosa fuerza
con su tempestad inigualable
con su inimaginable calma
con su sorpresiva tregua.

¡ES ESO!
La calma que me hace falta
eso tuyo
eso mio
eso que necesito para volver a ser rio
para gozar de tu compañía
o de otra
o de otras. 

¿Hueles ahora el jazmín?
¿Sientes tristemente el rocío?

Déjate empapar 
 la alegría de la tierra verde
dulcemente llama a su canto.

Olvidemos juntos
 las lluvias que nos inundan 
los paraisos que nos separan.

Deseo perderme
pero más, perderte.

Ya nunca más quiero,
oir tus cantos de ruiseñor,
pues ya no riman con lo natural 
con el  sentimiento.

Deseo perderme
pero más, perderte.

No quiero que duela más esta piedra que tengo por corazón,
quiero ser libre como tu esbeltez.



OTRO


Querría ser otro sin dejar de ser yo mismo.

Mira, quiero convertirme en el viento huracanado que revela tus cabellos o el dulce ambar que refresca tus labios, busco ser artista para dibujarte una grata sonrisa o ser esos terribles presentimientos para quitarte el sueño sin mucha prisa, quizás ser una garrapata pa`comerte uno a uno todos los centímetros de tu cuerpo, pero mejor déjame ser tatuaje pa`que me lleves donde vayas y no me dejes en el olvido o en la casualidad, tal vez es mejor ser tus sabanas para quitarte el frío y disfrutar del roce de nuestros cuerpos.

Pero mejor no me hagas cambias, déjame ser yo mismo, es más fácil que cambiarme y más útil que ilusionarme.

.


¿Lo ves?
 Más he tardado en decir adiós que en volver a invocar tu divina presencia, tu sutil esencia y tu maravillosa insuficiencia.

RUTINA


Es que siempre es el mismo trasteo de emociones y sentimientos contigo. Todo siempre tan rutinario, tan sistemático, tan benévolamente inalcanzable, tan patéticamente inexistente.

Los Lunes te veo y te amo
Los Martes no me importas.
Los Miercoles te amo sin razón, sin peros.
Los Jueves te deseo carnalmente.
Los Viernes te odio (y me odio).
Los Sábados te olvido.
Los Domingos no te recuerdo.

¿Ves? Vuelve el Lunes, te veo y te amo


TE QUIERO, E INEVITABLEMENTE AMO...

Lo que cuerdamente ignoras, 
lo que locamente aprecias
lo que callamos juntos bajo el velo del inconsciente 
lo que decimos tímidamente sin palabras. 

¿Sabes? 
Te quiero, e inevitablemente, nada...

Nada tu y yo
nada yo y tu
nunca todo, siempre nada
nada en tus miradas
nada para mi en tus sentimientos
nunca todo, siempre nada.

Claro que no lo sabes
pues inevitablemente callo 
sigilosamente tartamudeo lo que guarda el sentir
ignorantemente bosquejo lo que me harías vivir
y tontamente olvido lo que sos para mi. 

Déja de marchitar las margaritas de mi imaginación
déjame sentir para no perderte nunca en mis olvidos
pa`tenerte siempre
pa`no olvidarte nunca. 

¿Sabes?
Claro que no sabes 
¿Te lo digo?
Te quiero, e inevitablemente, te amo...
   Ciegamente te pienso
    rara vez de te extraño
    mágicamente te deseo
    efusivamente me contento
    tontamente ya te siento. 

Te siento lejos, te siento triste
te siento y no, porque 
te veo y no...
  Ya nunca más soñar contigo
ya nunca más vivir con vos 
Tu y yo. 
Nada. Solo palabras

SOMBRA


Tu y yo...

Yo siempre seré tan solitario como la sombra que acompaña a la tuya, como mi sombra que toma sin miedo tu inmensa mano y que se dibuja  por una línea tenue, oscura e inmaterial. Tu siempre serás tu, el que se ríe a carcajadas, el que sonríe, el que desdibuja de mi andar la ilusión, el que me ve y no llora por mi imagen triste, solitaria y vacía. 

Me nublan los celos de tu maldita felicidad que solo puede ser una en esas noches rojas, esas noches pasajeras y pintorescas. Y dejas extinguir con rapidez la estupidez de los sentidos, dejas acabar uno a uno los sentimientos, como quien deshoja margaritas como quien destripa el anima. 

Tu siempre serás feliz. Y mi sombra siempre larga, loca y triste, llorará uno a uno los besos que no me diste. Mi sombra siempre cansada seguirá mis pasos que quieren convertirse en saltos y mis saltos que quieren convertirse en vuelo para acabar de una vez con la sombra que me sigue a todas partes y que no hace parte de mi vida pero lo es tanto como tu lo eres ahora que ya no me miras con los ojos llenos de alegría, que ya no me miras con la curiosidad, que ya no me pintas con tus palabras sordas. 

Déjame caer rendido en tu pecho para que ya no existan sombras largas y torpes, para que ya no haya días sin sol y noches rojas. Dame tu aliento suavemente ligero y permiteme escapar a donde vuelan tus sueños cuando se cansan de la costumbre y de la triste cotidianidad que te marginan a ser esta sombra mía que se une con la tuya por una sola línea tenue, oscura e inmaterial. 

Pero no olvides, aún cuando tu reflejo se vea borroso frente al espejo de agua llena de arrugas, que siempre estuve ahí pisando tus talones para amarte ciegamente, para besar ese lunar que tienes tan bien puesto en el cuello, para pasarte mi sombra y ser tu yo una sola idea borrosa, un solo campo de flores, una sola sonrisa, una sola felicidad. No olvides, ahora que me has olvidado, que yo alimente tu ego, que soy el creador de tu monstruo, que yo invente tu maldita sombra que ahora se abraza a la mía en un acto solemne. 

Y ahora vete, porque ya me he cansado de verte con tu cara de idiota y tu sonrisa de imbécil impedido, vete porque he descubierto que mi sombra se apacigua y llora sola su ser para irse lejos y no volver, la tristezza desaparece y la inunda una alegría que regocija mi alma y escupe llamas sobre el sol que sigue haciendo sombras... 

Y no te preocupes por este nómada... No te preocupes, ya nunca más, ya nunca menos, ya nunca...