EL PARAISO

Marta era su nombre, tenia 90 años y dificilmente era cuidada por su bisnieta, los cabellos de esta eran rojos como la mas pura de las mansanas y sin lugar a dudas era bisnieta de la señora marta.

Cada noche la bisnieta la acompañaba al baño, la metia en la tina y empezaba a bañarla, la anciana se quedaba viendo tristemente la ventana a la espera de que su dia llegara, hacia tiempos que dormia sola por causa de la muerte.

Al terminar de bañarla, la llevo a su silla donde sentada frente a la ventana esperaba a que esta se durmiera, la señora marta casi nunca se dormia despues de las diez haci que la bisnieta (sandra) aprovechaba aquel tiempo que tenia para hacer las cosas que mas le gustaban, ver novelas o leer algun libro de los que la vieja habia dejado regados en el corredor.

Marta se quedo mirando el vidrio durante varios segundos pensando en aquellas cosas que nunca podia recordar con facilidad, aquellas cosas ingenuas que su infancia reprimida no le dejo vivir.

Era luna nueva aquella noche de noviembre cuando el sol cubrio a la luna y aquel rayo de eclipse hizo trasladar los pensamientos muertos a otro lugar.

Pronto estaba de pie, con sus jovenes y hermosas piernas, volvia a tener el cuerpo de antes, aquel cuerpo escultural que su esposo disfruto pocas veces, se dio cuenta casi de inmediato que estaba desnuda, que su cabello ya no era gris, que sus cabellos negros le llegaban a la cintura, no recortado a odo militar como solian hacer las viejitas.

empezo a correr por aquel bosque como si nunca lo ubiera echo, se sentia libre, no tardo en llegar al centro del bosque donde encontro un lago alimentado por una cascada enorme, no daina si no hermosa solo eso.

se asomo a ver su joven rostro en el reflejo del agua, y pronto adquirio la postura de sirena, con el dedo de la mano derecha pudo tocar el agua, dibujaba y desdibujaba cosas que solo ella podia imaginar y entender.

se distrajo tristemente con su nuevo cuerpo, cuando oyo los pasos de un caballo justo detras suyo, no quiso voltear a ver enseguida despues de todo ya sabia quien era, solo habia una persona en su vida que sabia montar caballo y no creia que este fuera diferente, cuidadosamente detuvo su movimiento del agua y volteo lentamente a mirar.

como lo habia previsto, se levanto y slato agilmente a los brazos del hombre sobre el caballo, con el pelo largo y bigote, el señor pelirojo intento hablar mudo, sus voces se apagaban constantemente asi que decidieron callar.

se tomaron de las manos antes de darse un beso, un beso que significaba mas que eso, un rencuentro despues de dis años, siguieron tomados de las manos y juntos desnudos como estaban decidieron nadar en el enorme lago.

. . .

Eran pasadas las diez cuando sandra regreso a ver a marta, al pirncipio penso que se habia quedado dormida, como de costumbre, pero como no pensar en lo peor

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