Capítulo 73


¿O es la vida? Ya no sé, no sé nada. Nunca supe nada de ti y nunca me molesto caer enamorado de tu belleza similar a la de Adonis, y no, no me encuentro exhausto de encontrarme tu anatomía toda forrada por una camisa ajustada los Jueves en las tardes… Recuerdo aun cuando era costumbre mía mirarte sin disimulo los aburridos Miércoles, porque durabas todo el día sin chaqueta, ahora debo luchar por que el tiempo se dilate para poder perderme en tu figura esbelta…

Y estás de nuevo ahí, mirándome mal, como si no te importará mi presencia. Y me pregunto: ¿Qué te podría importar de mí? Este extraño sodomita que se ha quedado enamorado de tu belleza griega o aún mejor romántica, ahora digo romántica y ya parece no importar el período porque recuerdo que muchas veces me quedaba mirando la estatua de David de Miguel Ángel, mientras Vicente hablaba y yo creía con estos ojos de enamorado que tú eras él, quizás porque olvidabas algo en el Locker y yo siempre me cruzaba contigo en los pasillos y tú con esa expresión de pánico y yo con está de enamorado…

Aún no encuentro la forma más apropiada para llamarte. Muchas veces pienso que Juan José, completo y a secas, te describe perfecto, pero sin embargo siempre pienso en un Juan Jo, porque así te digo cuando estoy con mis amigos. Mis amigos están cansados de oírme hablar de nuestros encuentros nocturnos, cuando mis ojos descansan y la mente vuela, porque mi mente siempre vuela a tu lado, siempre nos imagina juntos haciendo cosas de esas que hacen los novios, acercarse a un teatro del centro bajo la calle 7ma pero tan cerca a chapinero, o disfrutando de películas que en mi mente no resultan relevantes, porque todo a tu lado es irrelevante. Mientras que tus amigos, vaya que lio… Siempre digo que es mejor que te quedes con mis amigos, porque los tuyos no entenderían lo que se siente amar a otro hombre, son tan godos, tan simples y tan sistemáticos que tengo miedo que te vuelvas parte de ellos.

Hubiese preferido no cruzar la puerta que me conduciría al salón, pues no quería tener que perderme nuevamente en un mar de baldíos rostros juveniles, esos rostros que tantas veces me habían envuelto y que ahora ya no existían para mí. Pues solo quería el éxtasis de un final que ya preveía. Digo que hubiese preferido no entrar de nuevo en esos salones, esos puestos, esa rutina… ¡Maldita rutina! Nos opaca la mente, nos llena de tristeza y nos nubla los espejos tristes de una felicidad agónica, una felicidad que desaparece del presente y aparece de nuevo cuando éste no es más que recuerdo. Y recuerdos, recuerdos era los que no faltaban, existían tantos y todos con el mismo marco de desesperación y agonía por la vida que se me esfumaban de la cuenta rápida con las manos… Mis manos ya están cansadas de escribir, de escribirte versos hombre alto de pelos lisos, escribirte versos que nunca leerán tus hermosos ojos cafés… Cafés como el color de la escena de un lejano Juan Valdez. Y suspiro porque te veo hablando y de nuevo me pierdo en la infinidad de tus lunares, nuevamente entre los movimientos ágiles de tus labios finos…
Cuantas veces hubiese querido besarlos, retenerme en tus labios, sentir un abrazo tuyo, cálido y placentero, sentirte mío, tan mío como yo tuyo y tu mío… Dime tú, que ahora conoces mis secretos e ignoras mis sentimientos creyendo que desconozco de tu conocimiento.

Pero… ¿Te confieso algo mi Juan Jo? Vos siempre tenés un pedacito ahí de mi corazón, porque mi alma es masoquista y aunque sabe que vos no me querés, ahí sigue, con la esperanza de que un día te palpite el corazón por mí, mientras tanto me pierdo en esos ojos azules, en ese pelo mono, me pierdo en él tanto como me perdía en ti al inicio.

Quería que entendieses… Siempre busque hacértelo saber….

Ay Juan Jo si supieras… Y pensar que de nuevo estamos aquí, parados el uno frente al otro sin decir nada, en un extraño MUTE en este JE NE SAIS PAS, en un aire arremolinado como ese que paso y despeino tus cabellos que con habilidad más que por cotidianidad peinaste con 3 dedos, y esa cotidianidad, es ella maldita la que me lleva a ti con cada respiro ¿O es la vida? La vida siempre nos encuentra a los dos, hace que nuestros caminos se crucen, y me miras mal, elevas tu ego y yo solo bajo la mirada y te observo como si acabará de salir del agua, con desespero, con rapidez… RESPIRO HONDO, RESPIRATION PROFONDE, DEEP BREATH… Y capto tu aroma y me siento Jean-Baptiste solo que con tu olor me contento, con esos momentos en los que el destino nos une con lazos invisibles e irrompibles…

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