LA SEÑORITA FHEN

La sangre resbalaba por sus pechos, el liquido rojo esmaltado, cai de su cuerpo con una elegancia que no venia al caso, cai a la acera en el enorme charco que ya se habia formado, susu ojos aun respiraban, su nariz vei por ultima vez lo que fue su pasado, en un recuento rapido de imagenes sin profundiad.

penso que su miedo mas grande se habia vuelto realidad, que todo lo que habia hecho habia sido en algun sentido malo, tal vez sus oidos sintieron ese frio escalofriante de la noche que la cortaba de manera indiscriminada bajo la luz tititilante del alumbrado publico, se dedico a ver el cielo en los pocos segundo que sabia que le quedaban, miro las estrellas y por primera vez quizo hacer algo sencillo, contar las estrellas nunca habia sido un tarea tan distractora y oportun.

las manchas le guiñaban de manera calida su pequeños ojos y se inclinaban por momentos para desaparecer en el ocsuro firmammento.

se descubrio desnuda, no se toco, no se miro, no se levanto, espero a que algo mas pasara por su cabeza que los dolores penetrantes de la oscuridad, de alguna manera la sangre salia mas rapido cada tanto y entonces ella empezaba a rendirse, a intentar dormir y poder olvidar que agonizaba para asi despertar deneuvo en su cama de sabanas blancas donde se sentia segura.

no recordo haberla visto, esa noche su luz plateada no la acompaño de regreso a casa, no recordo haberse topado con nadie...pronto las luces del firmamento se ensancharon y empezaron a crear una gran luz blanca, los recuerdos ya no servian de nada y la sangre para ella se habia evaporado, todo en su mente se olvido derrepente, ya no importaba saberse esas funciones de matematicas, ni las palabras ni si amaba a alguein, si su corazon latio alguna vez por alguien, ya no le importaba si se veia bien, si su pintalabios estaba lo suficientemente rojo, o si su enorme cabellera dorada estaba con el volumen en su punto, si olia bien.

trato de respirar pero sentia que se aogaba, que el aire le faltaba, que entonces ya no habia mas que hacer, sintio esa presion matutina y pronto dejo de sentir.

dejo de ver con los ojos, de oir, de oler, de sentir...

su cuerpo ensangrentado dejo de existir y ella con una sonrisa en su rostro y una lagrima en uno de sus ojos dejo de existir...


la luz de las estrellas no dejaron de observar la escena aunque la obra ubiera acabado, tristes se lamentaron en no haber poder intervenido, cuando llego la luz del amanecer naranja huyeron y desaparecieron en el color azul claro, la luz publica dejo de tititilar tambien.

un grito desperto a mas de media cuadra cuando el sol se hizo presente a traves de la ventana cristalina de la señorita de mas de 50. la cincuentona habia hecho su rutina y en la puerta de su casa se habia encontrado con el cuerpo inerte de la joven de la que alguna vez habia sentido envidia, la mujer no pudo contener su sorpresa al encontrarse con el cuerpo sonriente de la joven de dorados cabellos y labios rojos cual manzana.

corrio a recogerla, le puso la mano detras de la cabeza y observo a la joven que la miraba aun con su mirada ausente.

-que hermosa que eras- dijo entre murmullos y sonidos callejeros.la señora dejo caer la cabeza de la muchacha con cuidado sobre la acera y corrio dentro de su casa para llamr al numero de la policia que tenia siempre anotado al lado del espejo donde solia mirarse y retocarse.

-señora,Fhen, como ha amanecido- trato de agitar un poco la voz la señorita para que no apreciera demasiado natural y con un leve tono triste le repsondio al comisario que espersaba impaciente ese llamado de madrugon.

- no he llamado a saludarte fred, hoy me he despertado y ha amnecido una ujer muerta en la puerta de mi casa.

- ya voy para haya señora Fhen, gracias por llamar.

. . .
su cara de sorpresa no la alegro del todo, sabiq ue la conocia, sabia que estaba triste, que el sentia algo por la joven en la acera, lo sabia.

una vez el comisario se hubo ido con un pastel hecho por la señorita Fhen y una muerta en el carro(por falta de ambulancias en el pueblo), la señora fhen se dedico a seguir su camino a us trabajo sin preocuparse por cualquier cosa sucedida en su casa.

cuando estubo empaquetada como sardina en el transporte publio recordo un papel que tenia en el bolsillo que habia sacado de la herida de la joven inerte. su mano aun sentia la tbia sangre de la culpa, y su sonrisa hipocrita que se escondia detras de sus rizos negros la abtio derrepente al leer letra por letra el papel encintado.

las plabras eran Precisas y concisas, netamente estrictas..." AHI ESTA SU TAREA PROFESORA FHEN". se le revolcaban las entrañas cuando se imaginaba ese acto que ignoro con ganas la noche pasada, tuvo que oir gritos que ahora la torturaban y tuvo que sentir lo que le hacian sus estdiantes, y entonces vio denuevo una mujer bella que se subia al transporte publico, una mujer alta y delgada de cabellos largos y sonrisa de porcelana con ojos de un azul infinito y pelos tan negros como la oscuridad de la noche, los ceos la carcomian....

tal vez fue por eso que esa dia de clase entro con una tristeza de amargura interminable. tal vez por eso tuvo que pagar con un precio muy alto a sus estudintes para no ensuciarse las manos y fingir que la sangre jamas se quedaria en sus uñas. ese dia solo le sonrio a la luna que aparecio sencilla por el cielo acompañada de miles de luces titilantes que la distrajeron de los horrendos gritos y de los terribles remordimientos.

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