CRUZADAS

-       Imagínese que aparece usted nadando
-       Y a mí con lo que me gusta el agua.
-        …
-       Y de repente la cámara se empieza a alejar y resulta que está nadando en un charco.
-       Pero yo con esa vieja nado donde quiera.
-       No entiendo que tiene que ver eso con el cuento que toca representar.
-       Todavía no se preocupe por eso…Y entonces un montón de gente está alrededor suyo y la ve nadando. Nadie dice nada, pero todos la miran como preguntándose qué está haciendo.
-       No hermano, estando en mi posición no le hubieran dado ganas.
-       Pero es que estando uno solo en un país desconocido, sin novia porque está bien lejos, en un hotel que parece desierto y la vieja nadando semidesnuda en la piscina y sabe que usted la mira… No se haga el marica… Pero bueno y ¿Qué paso?
-       De repente sale un elefante.
-       ¿Así? ¿De la nada?
-       Sí, pero solo toca mostrar la cara que es más fácil.
-       ¿Y por qué un elefante?
-       Pues es que… No tengo explicación.
-       Bueno, pero no se detenga, ¿Qué paso?
-       No sé, pero empieza a botar pintura sobre el charco en el que usted nada, así, en nado libre. Y cuando le cae la pintura usted sigue nadando como si nada hubiera pasado.
-       ¿Y la gente?
-       Pues mis amigos la vieron primero, luego me llamaron. Ellos se fueron y yo me quede mirándola como un pelmazo, y ella se dio cuenta.
-       ¿Y qué le dijo?
-       Usted es muy ficti, no me voy a poner a nadar en un charco y que me caiga pintura que me lanza un elefante.
-       Sígame el juego.
-       Está bien. ¿Y entonces qué pasa?
-       Pues nada, me miro, entonces baje a la piscina y me acerque a la orilla, la mire y me sonrió.
-       ¿Y no le dijo nada?
-       Pues hasta ahí llevo planeado todo, pero si quiere me puedo inventar otra escena.
-       Pues hágale a ver si se me quita este sueño.
-       No.
-       ¿Y usted se fue?
-       Si, ya tenía mucho sueño.
-       ¡No jodás! La vieja toda dispuesta y ¿vos te vas? Hay que ser gilipollas.
-       Entonces un man de la multitud se abre paso y la saca del charco.
-       Ya no me gusto, todo romántico eso. Odio las historias románticas.
-       Pues no precisamente, apenas vio que me iba salió de la piscina y me cogió en la puerta.
-       Bueno entonces ya lo cambio. Entonces cuando le caen los colores se corta la escena y aparece un esqueleto meciéndose en una mecedora.
-       No entiendo a qué va con eso pero siga.
-       Ya le dije que usted no se podía quedar con las ganas de meterle un poco de emoción a la película.
-       Pero hombre si te estoy contando algo real, como me vas a venir a decir que ahora soy yo el que quiero ponerle emoción.
-       No importa mucho, total en estas película de video arte no importa mucho lo que uno muestre al final uno puede sacar una interpretación de la nada, todo está en el título y en…
-       Ya bueno, seguí
-      
-       Entonces me dijo que si la podía acompañar a su cuarto, que tenía un problema con su refrigerador.
-       Pero es que es importante mostrar eso, como la vida esta circundada por un montón de parálisis, por diálogos repetidos y excusas iguales.
-      
-       Y le dije que pues claro, que no había problema.
-       Caíste en su trampa.
-       Bueno, pero no te adelantes a darme la interpretación, primero termina la película.
-       Está bien, solo un poco. Llegamos pues a su cuarto, y ella dijo que se iba a dar una ducha rápida mientras yo miraba el refrigerador.
-       ¿Y?
-       Pues bueno, la muerte….
-       Querrás decir el esqueleto
-       Lo mismo, bueno ya sabes que es la muerte.
-       Al principio me pareció muy sospechoso que no sonará la llave del agua y luego todo fue peor cuando me di cuenta de que el refrigerador estaba bien.
-       Pero es que si no me decís bien todos los detalles me imagino un esqueleto desnudo, y vos sabes que la huesuda tiene capa fashion y todo el cuento.
-      
-       Entonces la vieja salió del cuarto y me dijo algo que no entendí, porque no la estaba mirando, y cuando alce la vista la vi ahí toda desnuda.
-       Iluminada por la luz de una única vela, que se apaga de repente. Se escuchan gritos, y ahí creo que toca meterle un tris de banda sonora, al igual que cuando vos nadas, porque creo que cuando nadas toca ponerle música como de circo y acá algo más lúgubre.
-       ¿Y se te paró?
-       No tío, no ves que la vieja era toda huesuda, con tetitas de perra, y la concha súper peluda.
-       Y entonces sales corriendo, te levantas del charco y corres. La multitud no te mira más, miran el charco de colores. Y dejas pisadas arcoíris por todos lados.
-       ¿Te la follaste?
-       Espera que me llaman… Aló… Ya voy para la casa. Me echaron hoy del trabajo. No te alteres que peleé y todo el cuento.
-       Y entonces me persigue un asesino.
-       Bueno, no, pero si quieres podemos hacer una escena de persecución.
-       No, no me preguntes que quieres hacer con la película, cuéntamela y ya.
-       Sí, mi amigo, el  abogado dice que no me pueden echar hasta que se venza el contrato, porque eso estípula, que tengo contrato definido hasta finales de año, y apenas estamos en Marzo.
-       Entonces aparece un tipo, como este actor famoso…
-       No, ya te dije que nada de tipos.
-       Bueno mamá, ahora hablamos…. ¿En qué estaba?
-       En que te la ibas a follar.
-       ¿Por qué insistes en que no haya romanticismo?
-       Escenas románticas, no romanticismo. Dizque literato.
-       No, pues la vi desnuda y si me dieron ganas de darle un pico.
-       ¿Un pico? Que aburrido.
-       Bueno ya, no sé qué inventarme.
-       Pues entonces cuando salgo corriendo aparece una jirafa.
-       No, alcanza el presupuesto para traer más animales.
-       ¿Ni un perrito?
-       ¿Pues no aspirabas a más o sí?
-       Todo este cuento de la fidelidad me mata.
-       Pues un perro sí, pero toca pedírselo a alguien del grupo.
-       Entonces sale un perro detrás de mí y me persigue, y luego con efectos de cámara hacemos que se vaya convirtiendo en hombre.
-       ¿Por qué?
-       ¿No que no querías hombres?
-       Pues pero es que este no es un galán de telenovela, es alguien de los que uno se folla y ya.
-       Como digas… Continua.
-       No sé, al menos dime que se te insinuó más.
-       Pues sí, me levanto, porque yo estaba tirado en el piso viendo el refrigerador, se agacho, me abrió el pantalón y…
-       Pues si vos quieres continúa mejor tú con la historia.
-       No,  ya no es mía.
-       Luego me tiro sobre la cama, pero entonces me acorde de mi novia.
-       Ahora me siento mal por interrumpir tu película.
-       Si ves otra vez el asunto de la fidelidad, ahí en la mitad entre el placer y tú.
-       Es normal, tranquila no era para tanto, pero sigue que de pronto se me ocurren más cosas locas.
-       Sigo mañana, esta ya es mi estación.
-       Bueno, chao, te escribo si algo.
-       Vale.
-       El caso es que aun así, follamos. Pero me habías dicho que no había pasado nada entre ustedes. Que porque la veías muy flaca y yo no sé qué.
-       Pues…
-      
-       O me has estado mintiendo.
-       Quizás un poco. Vos no me querías dejar contar la historia del modo aburrido que sucedió.
-      
-       Pero entonces ¿Qué fue lo que paso? Digo lo real.
-       Lo tendrás que averiguar tu solo, porque esta es mi estación.
-       Joder, Adiós tío.


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