la vida se habia extinguido para dejarme de nuevo solo, para dejarme inmerso en el oscuro pensar de lo trsite, me habia dejado para pensarte pero no podia y recordar tu cara, o imaginar tus besos.
la vida me habia dejado en un extraño parador, donde las magnificencias del amor no podian obrar, donde solo la soledad y los pensamientos frios podian actuar sin buscar algo que los llevase mas atras.
el deseo era cosa del pasado y la triste melancolia que me producia el roce de tu piel tan tibia y tan acogedora, desvaneciendose en un ruido. me habia ya resignado a acabar con esta vida que me habia traido a parajes tan oscuros, pero tan sublimes como las sombras y todas sus manifestaciones diabolicas. pero algo, algo que aun no logro entender, algo que me detiene el pensamiento y me hace volver a sonreir, me detuvo. despues de haber secado mis lagrimas y de haber recogido la sangre, ese algo estaba alli para darme las palmadas en la espalda que necesitaba, su sonrisa tan humana, pero tan divina, me vitalizo y me dio nuevos aires para continuar con mi viaje, por que aunque pareciese la ultima estacion, el tren aun tenia lugares por mostrarme.
con una sonrisa en la mano, y un tacto suave en la cara con ese algo, me subi al tren, no llore ni volvi a sentirme solo entonces aunque mis deseos tan perfectmente humanos, tan estupidamente ironicos, tan suseptiblemente suyos, y de la naturaleza tan indomable, me llamaran de manera alocada.
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